HAY QUE PROTEGER A KIRCHNER

HAY QUE PROTEGER A KIRCHNER

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/34031-

La columna que escribió el periodista Alfredo Leuco el sábado pasado en La Nación resume bastante bien los términos de la crisis política en el momento actual. Para Leuco, la rebelión popular en Santa Cruz, el caso Skanska y los golpes que recibe el ‘controlador Guillermo Moreno han creado “un proceso de vaciamiento de la credibilidad” de Kirchner. No hace falta subrayar que esto es lo máximo que se puede decir de una crisis de gobierno, con excepción de su caída. Opositor declarado, Leuco reclama, sin embargo, que las fuerzas políticas en su conjunto salgan a “proteger” a Kirchner -¿Los políticos y los periodistas, dice, deben (…) colocar paños fríos para no lastimar las instituciones”. Leuco no dice nada de la asonada popular en la estación Constitución ni de la crisis sin salida del sistema ferroviario que puso al desnudo. Tampoco tuvo tiempo para meditar sobre la consistencia de la rebelión popular en Santa Cruz, que desbarató la maniobra urdida por el gobierno, Yasky y la directiva de Adosac para levantar la huelga docente sobre la base de una propuesta confusa y tramposa. Para desgracia de Leuco, el gobierno no puede aceptar ninguna ‘ayuda’ de sus opositores sin rematar al mismo tiempo su poder político, con el correspondiente ‘daño a las instituciones’. O sea que la crisis política sigue.

Caracterización

No es un caso de corrupción lo que puede voltear al gobierno. El mismo día en que Kirchner echaba a un tercer funcionario por lo de Skanska, un secretario de De Vido, los títulos públicos de Argentina pegaban un salto en la cotización como consecuencia de una entrada masiva de dólares; la manipulación de los índices del INDEK no afectan en lo más mínimo el negocio de los títulos indexados de la deuda —incluso la  ceba. Nadie quiere perderse la fiesta que anuncia la nueva suba del precio internacional de la soja. Menos aún lo que augura la decisión de China de invertir cuatro mil millones de dólares de sus reservas en la firma de capitales Blackstone, que está a punto de salir a cotizar en la Bolsa de Nueva York. Este uso ‘heterodoxo’ de las reservas de divisas deja ver el entrelazamiento que se va tejiendo entre el capital financiero norteamericano y la burocracia china, y anuncia una nueva onda de negocios especulativos a escala internacional.

El caso Skanska, a pesar de esto, ha producido una crisis política porque involucra a los pesos pesados de la burguesía nacional y porque es un golpe al esquema de negocios creado al servicio de esa burguesía y del aparato político a su servicio. A partir de la investigación de las ‘empresas fantasmas’ responsables de las Yacturas truchas’, no sólo ha quedado cuestionada Techint sino un rosario de pulpos, como Aerolíneas Argentinas o Autopistas del Sol y muchas otras. El sistema de fondos fiduciarios, que no solamente se usa para financiar obras públicas sino toda clase de emprendimientos, ha quedado expuesto como un sistema de evasión impositiva y de pago de coimas. La burguesía nacional y el gobierno se encuentran vinculados en una suerte de ‘asociación ilícita’. El escándalo Skanska ha puesto en crisis el conjunto del sistema económico de la ‘recuperación económica’ y fuerza al conjunto de los capitalistas y del gobierno a producir ‘un cambio de régimen’; la obra pública se ha paralizado bruscamente. Esta crisis fuerza a una redistribución de las cartas en el plano económico como en el político. 

Asimismo, la extensión de la crisis del gobierno con su base social y con su organización económica se ha extendido al plano internacional, esto a partir de la ‘apretada’ de Chávez al pulpo Techint, al cual quiere obligar a vender el acero a los precios ‘controlados’ establecidos por el gobierno venezolano. Esto, para la burguesía nacional, representa un golpe a la credibilidad de las alianzas políticas internacionales del kirchnerismo. Al menos en el caso de Techint, el suelo que pisa lo siente menos firme.

En el mismo sentido va el derrumbe del sistema ferroviario, ¡que se ha ido achicando a medida que el gobierno aumentaba los subsidios! Se ha gastado una friolera de millones de dólares para proteger un sistema obsoleto, cuando el país acaba de salir de la mayor bancarrota económica de la historia. La expulsión de Taselli deja a la vista el entrelazamiento de una ‘burguesía’ parasitaria con el equipo de gobierno. Kirchner ni siquiera ha insinuado la intención de reconstruir el sistema ferroviario sobre nuevas bases; al revés ha insistido con el tándem ‘público-privado’.

Otra vez, como cuando le sacó la concesión del San Martín a Taselli para entregárselo a Roggio-TBA.

Es indudable que la filtración de la corrupción ‘pública-privada’, a partir de una investigación de la AFIP, no tiene nada de inocente, y que ha representado de entrada una acción para desestabilizar los negocios del grupo gobernante y de sus aliados económicos. El gobierno tiene por delante la tarea de entregar la plataforma petrolera y gasífera y repartir el negocio energético, lo que supone nuevos enfrentamientos entre grupos rivales; está en debate una asociación con Repsol en la misma línea de los negocios que dejó al desnudo el caso Skanska. La crisis política debilita la capacidad del gobierno para seguir tejiendo esos negocios con los capitalistas amigos.

Agotamiento

La crisis política que ha irrumpido en el escenario nacional testimonia el agotamiento del kirchnerismo como tentativa de reconstruir un movimiento nacional. En primer lugar, la ‘reconstrucción de la burguesía nacional’ se ha convertido en una ‘asociación ilícita’ que ha entrado en crisis. Con relación a las masas populares, la rebelión en Santa Cruz, las luchas docentes, la extensión de los conflictos fabriles, la perspectiva de derrotas electorales; todo esto retrata a un gobierno que es incapaz de impulsar una movilización popular o de buscar un apoyo en ella, y que depende del sostén que le brinda una burocracia sindical sin crédito entre los trabajadores. Los golpes asestados por las luchas populares han acentuado las contradicciones internas en el gobierno; incluso en Santa Cruz han desatado una guerra de camarillas en torno a la sucesión para la gobernación.

La transferencia de la batuta económica de De Vido a Alberto Fernández representa casi un retomo a Ca-vallo; por acá pasa la cosa. La posibilidad de que Beatriz Nofal, una ex asociada a la Alianza, sustituya nada menos que a De Vido, significa que la política económica pasará a girar 180?, es decir en la órbita norteamericana. Esta perspectiva va a acentuar los enfrentamientos entre los grupos capitalistas y la crisis política.

¿Las elecciones que tendrán lugar en lo inmediato reflejarán este giro en la situación política? En todo caso no lo harán en forma acabada. La representación política va muy atrás de la crisis. Pero en este caso se acentuará el divorcio entre el poder político y las masas, incluso la sociedad más en general.

La enseñanza mayor de esta crisis es que una ‘recuperación económica’ no cancela la decadencia de una organización social, el capitalismo; más aún, agrava sus contradicciones porque tiene lugar en base a las tendencias más superexplotadoras y parasitarias de esa organización social. La ‘recuperación’ capitalista ha incrementado la tasa de explotación de la clase obrera y acentuado la crisis de infraestructura de la economía. El capitalismo no puede ‘reordenar’ o ‘reconstruir’ el sistema sin provocar convulsiones sociales y crisis políticas. La estrategia de la clase obrera debe basarse en estas premisas.