CUBA, VISTA DESDE WALL STREET

CUBA, VISTA DESDE WALL STREET

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/4649-

A 45 millas de los Cayos de Florida se encuentra el núcleo de las relaciones norteamericano-cubanas, dice la revista Forbes (2/8). Es aquí donde Cuba planea extraer petróleo, después del descubrimiento de reservas de gas y petróleo altamente prometedoras en la cuenca norte, en 2004. ¿Deberían las compañías norteamericanas envolverse en la explotación de reservas tan próximas al continente? Esto equivaldría, dice la revista, a levantar o suspender el embargo en vigor desde 1961. Si no se aceptaran excepciones a este embargo, esto dejaría abierto el campo para las compañías chinas. La reapertura de relaciones comerciales con Cuba es algo que vienen pidiendo las compañías agroindustriales de Medio Oeste. Las reservas podrían contener 4.600 millones de barriles de petróleo y 9,8 billones de gas natural; aunque en aguas profundas, serían rentables a los niveles de precios actuales de los hidrocarburos. Empresas canadienses, indias y chinas se encuentran trabajando en la zona, además de Repsol.

El envolvimiento de China con la industria petrolera cubana es el último aspecto de una relación comercial creciente, dice Forbes , que está ayudando a transformar las perspectivas económicas de Cuba: China es el segundo socio comercial de Cuba, después de Venezuela, y es responsable por algo así como el 10% del comercio de la isla. En 2004, China firmó un contrato para invertir 500 millones de dólares en la producción de niquel y cobalto de Cuba. La mitad del niquel que consume China viene de Cuba.

Mantener el embargo económico a Cuba no representa ningún costo para las compañías norteamericanas, sigue el semanario, pero la riqueza petrolera modificaría la ecuación. Aun con la transferencia temporaria del poder al hermano de Castro, ha habido reclamos para que la administración Bush afloje el embargo. Es improbable que Bush ceda en esto a corto plazo. El secretario de comercio, Carlos Gutiérrez, un anticomunista, ha reiterado que la ayuda norteamericana solo será destinada a “una transición democrática”. Esto no significa que no continúen las presiones para aflojar el embargo, lo cual dará lugar a debates interesantes entre los republicanos. Tanto los estados agrícolas como los grupos de presión de las petroleras son tan sólidamente republicanos como el sur de Florida.

La Habana está determinada, concluye Forbes, en subrayar la transferencia ordenada del poder a una nueva generación de dirigentes, como el ministro de Exterior, Pérez Roque. Tiene el poder del Estado para asegurar la estabilidad durante la transición.