DEUDA: ALTAMIRA EN DEBATE CON LÓPEZ MURPHY EN LA UNIVERSIDAD DI TELLA
el día de ayer, martes 23, Jorge Altamira, dirigente del Partido Obrero y referente del Frente de Izquierda, debatió con el ex ministro de Defensa y de Economía, Ricardo López Murphy, en la Universidad Torcuato Di Tella. El tema refería a los “Holdouts y la deuda externa” y una mirada sobre la situación nacional e internacional. Organizada por el departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales, la mesa fue moderada por Juan Gabriel Tokatlian. Entre la numerosa audiencia de estudiantes y profesores, se encontraba el Rector de la Universidad, Ernesto Schargrodsky. Altamira destacó entrada que el fallo Griesa nada más que la punta de un témpano. El problema es, dijo, “una gigantesca deuda pública que es completa e irrevocablemente impagable”, afirmó. “La deuda hoy se acerca a los 300 mil millones de dólares cuando en la crisis de 2001 y en la reestructuración de 2005 estaba en 150 mil millones de dólares, es decir que ha crecido en forma extraordinaria, en un 100% (…), la reestructuración fue incapaz de sacar a Argentina de la cesación de pagos”. En la polémica que siguió a las intervenciones, Altamira señaló la coincidencia de López Murphy con el Gobierno y la oposición tradicional en la caracterización de que la deuda externa no representaba un problema mayor, a la que situó en un 22% del PBI. Altamira expresó también su divergencia con la afirmación de que la crisis con los fondos buitres se debiera atribuir en forma unilateral a una ineficacia de la capacidad negociadora del gobierno, cuando la crisis de deuda lleva ya medio siglo. Altamira denunció “anatocismo”, o sea una deuda que se engrosa por capitalización de intereses. Somos víctimas de una usura” - dijo. Altamira puso de relieve que el 60% de la deuda con sectores privados, se encuentra en manos de la burguesía nacional. El pago de esta deuda implica un beneficio para el capital local y un ajuste violento para los trabajadores. En otra parte, Altamira refutó la aserción de que Argentina tendría un déficit de capitales con el señalamiento de que se han fugado cien mil millones de dólares en los últimos años y que la deuda externa ha sido pagada varias veces. Al concepto que atribuye esta fuga a un “falta de confianza”, destacó que el conjunto del capital mundial se refugia en paraísos fiscales, como expresión de ‘desconfianza’ en la economía internacional y los principales Estados en su conjunto. Hacia adelante, Altamira afirmó que la bancarrota financiera se manifestará, como ya ocurre, por medio de otra devaluación extraordinaria del peso, o sea una desvalorización de patrimonios, mercancías, salarios y jubilaciones. En oposición a esta confiscación económica de los trabajadores, planteó el repudio de la deuda usuraria. Mientras una mega devaluación sembrará una enorme zozobra social, el no pago de la deuda usuraria permitiría una salida planificada. En uno de los tramos de una polémica, que fue en todo momento intensa, Altamira subrayó que la bancarrota de Argentina es una refracción del impasse del capitalismo mundial, que está asentado en una gigantesca pirámide de endeudamiento y de capitales ficticios.