EN MÉXICO, UNA PELEA DE FONDO EN BURGUESÍA

EN MÉXICO, UNA PELEA DE FONDO EN BURGUESÍA

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/5006-

El Wall Street Journal se lamenta en una reciente edición de los resultados de las últimas elecciones en México.”Tenemos un presidente legítimo pero no fuerte”, asevera el jefe de un poderoso fondo de inversiones. En consecuencia, tendría dificultades para llevar adelante las llamadas ‘reformas’, que en esencia consisten en liberalizar el acceso al petróleo y a las telecomunicaciones, una en manos de un monopolio estatal y las otras en los de un monopolio privado. Antes de pasar a gobernar, el nada ‘legítimo’ Felipe Calderón tendrá que hacer frente no solamente a una resistencia popular sino a una crisis en las altas cúspides del capital. Un ex ministro reconvertido de la socialdemocracia al neoliberalismo, Jorge Castañeda, aconseja al nonato Calderón a empezar por resolver el problema en “la clase empresarial”, en especial en el campo de las telecomunicaciones.

Las telecomunicaciones están dominadas por Telmex, de Carlos Slim, que controla el 96.1% de la comunicación fija y el 77.2% de la telefonía móvil. El poderosísimo Slim apoyó y sigue apoyando nada menos que al ‘subversivo’ López Obrador, que se ha juramentado en defender la ‘soberanía nacional’. Telefónica, en cambio, apoya a muerte a Calderón, cuya consagración presidencial fue saludada antes que nadie por el español Rodríguez Zapatero. La guerra será impiadosa, porque los ‘extranjeros’ le quieren sacar a Slim el monopolio de la red fija; la posibilidad de traspasos de clientes de la telefonía móvil; y, por último, la posibilidad de que las emisoras de televisión puedan usar los sistemas de cables.

Bush, por supuesto, está del lado de Zapatero, pero no por las telecomunicaciones sino por el petróleo, que también quiere ver ‘abierto’ a la competencia extranjera. Mientras esta crisis al interior de los grandes capitalistas no se resuelva, México será un polvorín.

Esto, sin tener en cuenta, claro, las cuentas a cobrar que tienen las masas.