ITALIA: GRAN ACTO EN ROMA LANZA LA CAMPAÑA POR UN PARTIDO DE CLASE

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/4318-

Un lleno más que completo registró el teatro Barberini, en Roma, en el acto de presentación del movimiento de constitución del Partito Comunista dei Lavoratori. La prensa italiana le otorgó una gran atención a la platea colmada (Corriere, 19/6) y a los 500 asistentes (La Reppublica, 19/6), que en realidad superaron los setecientos. Los noticieros del domingo pasado registraron el evento con las declaraciones en el lugar de Marco Ferrando. El acto público resultó un verdadero acontecimiento político, porque la iniciativa de formar un partido de oposición comunista al flamante gobierno de Prodi recoge una gran insatisfacción popular con lo ocurrido en los primeros treinta días de su inauguración y porque proyecta la enorme crisis que se ha desatado en los partidos de izquierda que integran la coalición imperialista que gobierna Italia. La Reppublica se animó a decir que hay nueve partidos de orígen comunista en la península, de los cuales hay ocho en el gobierno y solamente uno en la oposición. La confianza al gobierno Prodi fue votada por todas las tendencias que componen Rifondazione Comunista, desde el más importante, el ‘grupo Grassi’, ligado al PC de Argentina hasta la Sinistra Critica, vinculada a la LCR de Francia y a la izquierda anticapitalista de Europa. El grupo que comanda Alan Woods no tiene representación parlamentaria, pero tampoco denuncia en campana pública la integración de Rifondazione al gobierno y el apoyo de sus fracciones internas.

Ocho oradores expusieron en el acto las aspiraciones y perspectivas de quienes rompieron con Rifondazione Comunista a partir de su integración al gobierno italiano. No solamente nuestros companeros de Proggeto Comunista sino de companeros y grupos que han sido atraídos por la perspectiva de organizar una oposición de clase en el país. Existe un sentimiento generalizado de que la experiencia de gobierno del centroizquierda italiano culminará en un desastre, lo que reforzará la autoridad de quienes se presentan desde ya como una oposición política clara. El informe introductorio de Franco Grisolía y el cierre de Marco Ferrando sirvieron para trazar un balance de la trayectoria recorrida dentro de Rifondaziones en la última década, la extensión de la influencia revolucionaria consecuente con esta actividad y la crisis política que determina la escisión final. Es indudable que el papel jugado por Marco Ferrando y toda su corriente en la defensa de la resistencia iraquí contra el Estado y las fuerzas armadas de su propio país, Italia, han tenido una influencia decisiva en la proyección que tomó la ruptura con Rifondazione y el llamado a formar un nuevo partido, que exprese la oposición de clase al orden existente. Los medios de comunicación reflejan claramente este hilo de continuidad en la presentación que hacen de la figura de Ferrando. La simbología políitica del internacionalismo revolucionario está jugando un poderoso papel de clarificación dentro de la clase obrera italiana.

Savas Matas y Jorge Altamira senalaron el apoyo de la Coordinadora por la IV Internacional a la necesidad de construir la oposición comunista y de reforzar esta construcción con una política y una organización internacionalistas revolucionarios.

El acto clausuró, en el marco de la proyección política que alcanzó su intervención de conjunto, la crisis que atravesó Progetto Comunista en el proceso de la decisión de romper con RC y llamar a una alternativa de oposición de clase. Las vicisitudes internas en Progetto Comunista fueron resueltas en el campo exterior a la propia organización, o sea en el marco de la crisis política nacional. De un lado la tendencia sectaria y autocentrada, que llegó al extremo de condenar a Ferrando cuando toda la prensa del país lo atacaba por su apoyo a la resistencia en Irak contra los yanquis, ha quedado reducida a una camarilla sin principios, que luego de haber hecho del centralismo democrático en el aire su razón de ser, propone ahora, desde la absoluta soledad, una Constituyente que reagrupe a la izquierda comunista. Del otro, una tendencia de oposición a una ruptura con Rifondazione, que juzgaba prematura, que ha preferido quedarse sola en una organización contrarrevolucionaria, como si de ese modo, en calidad de francotiradores, pudiera preparar una escisión política debidamente madurada. El planteo de la AMR Progetto Comunista por la formación de un Partido Comunista de los Trabajadores necesita ulteriores esclarecimientos y será objeto de un debate de conjunto en la Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional. No se trata de dar paso a una formación centrista sino de proceder metódicamente a la construcción de un partido revolucionario ligado a la lucha de clases del proletariado y al conjunto de la crisis política italiana.

La ruptura de Progetto de Comunista con la RC ha metido una cuña en toda la izquierda democratizante europea que está al margen de los partidos tradicionales. Es que está obligada a pronunciarse sobre la colaboración de sus equivalentes italianos con el gobierno de la Otan. La entrada de Bertinotti al gobierno Prodi es un segundo episodio de bancarrota política de todo el movimiento antiglobalización y sus corifeos izquierdistas, luego de la infame experiencia de Lula. La tercera vía entre la vieja izquierda socialdemocrata o staliniana, de un lado, que colabora con el imperialismo, y la construcción de partidos revolucionarios, por el otro, se escurre como arena entre los dedos. La colaboración con el lulismo, en su momento, y con bertinottismo han llevado al desastre. En Europa se encuentra en marcha una tercera tentativa movimientista, la izquierda anticapitalista europea, que quiere escapar a la maldición política del predecible final del acuerdo con el imperialismo, que debe pronunciarse sobre la colaboración de la izquierda italiana con su propio imperialismo. Si no lo hace, ya sabemos lo que esconde su movimientismo, no ya en el plano de la perspectiva objetiva, sino subjetivamente. Les reclamamos que se pronuncien inequívocamente. Lo mismo vale para los movimientistas de América Latina.

Es más claro que nunca que la la izquierda mundial es una víctima pasiva de la crisis capitalista mundial, por la simple razón de que no estáa agarrada al ancla de un programa revolucionario. Las maniobras organizacionales y los esquemas de unidad no pueden proveer otra salida que una bancarrota cada vez más dolorsa y angustiante.

Los acontecimientos en Italia son una prueba del acierto de haber fundado, sobre la base de un programa y de un congreso internacional, la Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional.