KIRCHNER MANDA TROPAS A HAITI CUANDO LOS PUEBLOS DE ESPAÑA QUIEREN SACARLES LAS DE IRAK

KIRCHNER MANDA TROPAS A HAITI CUANDO LOS PUEBLOS DE ESPAÑA QUIEREN SACARLES LAS DE IRAK

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/60430-

1. La derrota de Aznar, en España, es la primera crisis política que suscita la guerra contra Irak al interior del conglomerado de estados imperialistas. No será, por supuesto, la última: en la fila se anotan Berlusconi y Blair y, un poco más allá, Bush, cuya campaña por la reelección ha debutado en forma negativa.

Se ha puesto de manifiesto la objetividad del planteo de relacionar, con la acción política activa, la lucha por el retiro de las tropas de Irak con la necesidad de acabar con los gobiernos responsables de la guerra. Hemos dicho, sistemáticamente, que esa consigna y todas y cada una de las penurias y catástrofes de la guerra debían ser convertidas en otros tantos factores que sirvieran para promover la caída de los gobiernos imperialistas. Las guerras imperialistas ponen siempre al desnudo el agotamiento de las relaciones internacionales vigentes entre los estados, así como de las formas de dominación al interior de ellos. Lo demuestran las tentativas de instaurar regímenes policiales con el pretexto de la lucha contra el terrorismo.

La caída de Aznar pone en ridículo a quienes caracterizaron la guerra contra Irak como una manifestación de una victoria del fascismo. Por el contrario, el obstáculo fundamental que ha enfrentado el imperialismo en su empresa bélica ha sido la resistencia, a veces sorda y ahora abierta,  de los trabajadores de las naciones imperialistas a resignar sus libertades democráticas

2. El atentado en Madrid provocó la caída del gobierno derechista de España porque colocó en el primer plano la oposición descomunal a la guerra por parte de los trabajadores y de los estratos intermedios del Estado español. Los pueblos de España no han cedido a ninguna extorsión terrorista, ni habría podido hacerlo, toda vez que su lucha contra la guerra ha sido desde el comienzo la más intensa de Europa. Pero sí se ha puesto en evidencia el carácter alienado de la democracia formalista del capitalismo, pues sin ese atentado el electorado hubiera podido ser arrastrado por otras pautas menos relevantes y hasta por la manipulación de los medios de comunicación. La soberanía popular sólo puede ser asegurada por un regímen de deliberación política en todos los planos de la gestión social    – en primer lugar la económica y la militar. Los pueblos de España han exhibido su madurez al distinguir entre la provocación criminal del atentado terrorista y la responsabilidad política de conjunto que tiene el imperialismo, que ha desatado la guerra, por ese atentado. La guerra imperialista no se limita de ningún modo a Irak: tiene lugar en Chechenia, los Balcanes, Afganistán, Palestina y (ahora) Haití (aquí con la presencia activa de los ‘pacifistas’ Kirchner y Lula).

3. El atentado en Madrid exuda un carácter reaccionario por todos sus poros. No se trata simplemente de que no sea una expresión de lucha colectiva o popular contra el imperialismo. Ha sido una agresión contra las masas trabajadoras y, para sumar la ofensa política a la muerte, contra las masas que han combatido desde antes del comienzo la guerra contra Irak. No ha apuntado a ningún símbolo o institución del poder imperialista.

El atentado es una tentativa conciente para romper la posibilidad de alianza del proletariado de los países imperialistas y las masas de las semi-colonias. Sus inspiradores, a la vez que organizan a elementos desclasados, tienen innumerables lazos financieros con el gran capital internacional. Plantean reemplazar a los actuales regímenes del Asia musulmana por otros tanto o más reaccionarios, siempre bajo el paraguas del imperialismo mundial. Este, que ha tutelado en el pasado a Al Qaeda y a los talibanes,  apoya ahora al régimen teocrático de Irán a partir de la colaboración de éste con la guerra contra Irak y busca una salida clerical para el propio Irak.

La reciente prohibición del velo islámico por parte del Estado francés, en nombre de un laicismo de cuño imperialista que protege a todas las mafias clericales en su territorio, demuestra que el imperialismo también hace suyos los métodos ‘fundamentalistas’ para quebrar la unidad de clase de los obreros de Europa (los más explotados: los inmigrantes del cercano oriente y del norte de Africa).

4. A pesar del enorme e incuestionable protagonismo popular y de toda la potencialidad que ese protagonismo encierra, la crisis política desencadenada en España y en el conjunto de la Unión Europa es, antes que nada, la manifestación de una rivalidad entre imperialismos. Como ocurrió con la propia guerra contra Irak, esta crisis encubre una lucha por la dominación de la llamada Europa ampliada, entre el imperialismo norteamericano y el ‘directorio’ franco-alemánz apoyado por una parte considerable de la burguesía inglesa. La victoria de Rodríguez Zapatero vuelca la balanza hacia el ‘directorio’, por eso el nuevo gobierno ‘socialista’ se ha apresurado a ratificar su apoyo a la Constitución diseñada por Chirac, Blair y Schröeder.

El crimen de lesa humanidad cometido en Madrid dará lugar a innumerables ceremonias de condolencias de los poderes de turno en los atrios de las catedrales, pero ese crimen no es sino una carta más en la disputa de los grandes capitalistas por el mercado mundial.

A los banqueros de Telefónica, Santander, Banco Bilbao y, por sobre todo, Repsol, que se han alineado en la última década con los fondos y la banca de inversión de Estados Unidos, la caída de Aznar les plantea una crisis de ‘lealtades’ financieras, que tendrán que dirimir en el marco de la crisis económica mundial y la crisis que se ha puesto de manifiesto dentro de los Estados Unidos.

5. Las ratificación, por parte de Rodríguez Zapatero, de que retiraría los militares españoles de Irak si antes la ocupación militar no queda a cargo de la ONU,  forma parte de un realineamiento político que se encuentra en discusión en todos los estados europeos y los Estados Unidos. Es un intento de superar el empantanamiento de la ocupación militar de Irak y, más fundamentalmente, el completo desmoronamiento de las tentativas de ‘normalización’ en Palestina. Los ‘socialistas’ de España nunca plantearon, ni lo hacen ahora, un retiro militar sin condiciones. Reclaman, con el ‘directorio’ franco-alemán y el centro-izquierdismo europeo, una modificación política en el regímen de ocupación en Irak.

Lo que se puede esperar de la ONU quedó demostrado cuando su Consejo de Seguridad respaldó, el jueves pasado, la posición de Aznar de inculpar a la ETA.

Después de las elecciones, España sigue tan firmemente instalada en el campo imperialista como antes y, aún peor: su nuevo gobierno encubre un operativo internacional para superar las explosivas contradicciones de la ocupación militar norteamericana. Al declarar su intención de apoyar al gobierno de Rodríguez Zapatero, Izquierda Unida de España se ha vuelto a instalar en el terreno del imperialismo.

6. Kirchner no demoró en declarar su afinidad con el nuevo gobierno de España. Simultáneamente, junto a Lula anunció el envio de tropas argentinas a Haití. Como el español, nuestro santacruceño puede alegar que la ocupación militar de Haití ha sido decidida por la ONU, pero la ONU decidió apoyar la ocupación de Haití para relevar la presión militar que sufre el Pentágono en Irak, cuya ocupación no está bajo la dirección de la ONU.  ONU o no ONU, se trata siempre de la dominación y del saqueo que ejerce el imperialismo.

Lula y Kirchner toman la posición de secundar al imperialismo en Haití cuando el imperialismo redobla su ofensiva contra Venezuela y cuando el presidente Chávez anunció su repudio al gobierno de ocupación en Haití.

El nacionalismo argentino-brasileño desnuda, con este apoyo al avasallamiento yanqui de América Latina, el grado avanzado de su total pudrición política. Tiene el descaro, sin embargo, de declarar que pretende resistir al FMI. En medio de semejante sometimiento, tal declaración sólo debe interpretarse como el anuncio de entregadas económicas aún más serias que las ya habidas. La ‘burguesía nacional’ no insinúa el menor intento de querer aprovechar la crisis por la que pasa el imperialismo para ampliar su propio margen de autonomía; por el contrario, su orientación está determinada por el temor de que zozobre el imperialismo mundial.

7. Los acontecimientos mundiales recientes, así como la posición del gobierno y de los partidos patronales argentinos frente a ellos, no pueden ser ignorados por el activismo y los luchadores. Pretenderlo constituiría una capitulación política, pues supondría intentar desconocer el rol internacional del gobierno de Kirchner.

Esa discusión servirá para poner de manifiesto el carácter imperialista de los dos polos que se disputan la dirección de la política mundial y, por lo tanto, el carácter imperialista del centroizquierdismo, del ‘socialismo’ y del ‘comunismo’. Pondrá, asimismo, en su contexto mundial,  el carácter de la política del gobierno que se pretende el heredero de la ‘causa nacional’.

Esta crisis de dimensión internacional tiene lugar en las vísperas de la manifestación contra la guerra imperialista en Irak, el sábado 20 de marzo; de la conmemoración del 24 de marzo; de la nueva asamblea de la ANT, el 28;  del congreso de la FUA, del congreso del Partido Obrero y del congreso internacional por la refundación de la IV Internacional.

La discusión política y la lucha común deben servir para desarrollar la vanguardia obrera revolucionaria