GOLPE DE ESTADO EN CÓRDOBA
nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/55103-
Cuando todo el mundo pensaba que la “consulta popular” que convocó De la Sota hace un par de semanas para reformar la Constitución de Córdoba, no pasaría de una acción de demagogia meneando el asunto de “reducir el gasto político” , una decisión de las dos cámaras de la provincia, cuyo Senado está controlado por la UCR, cambió por completo la situación. En efecto, luego de haber rechazado, antes de la “consulta”, la propuesta de reformar la Constitución, los radicales se desmoronaron ante la presión de De la Sota y de un probable acuerdo entre los gobiernos de Córdoba y nacional, y decidieron aprobar la necesidad de la reforma, en una acción manifiestamente ilegal, por cuanto ningún proyecto rechazado puede ser tratado de nuevo en el mismo período de sesiones.
Fujimorazo
Más allá de sus características reaccionarias, la propuesta de reforma constitucional constituye un golpe de estado, porque implica la disolución de las dos cámaras de la legislatura, que en parte controla la oposición, y una renovación integral de legisladores en las próximas elecciones de octubre, que le darán a De la Sota el control absoluto, que hoy no tiene, del poder legislativo. Para llevar adelante semejante atropello, se han anulado los mandatos de los diputados y senadores que vencían en el 2003.
En lugar de imitar al gobierno nacional, que forzó al Congreso a cederle la mayor parte del poder legislativo, De la Sota ha seguido un camino golpista más directo: disolver las cámaras para establecer el unicato político, o sea el legislativo y ejecutivo bajo un mando único. Lejos de “reducir el gasto político”, el unicato va a inaugurar un sistema de corruptela política nunca vista, porque en un régimen político armado a dedo las adhesiones se consiguen a fuerza de Banelcos. No en vano, De la Sota consiguió que Diputados le aprobara la privatización de la empresa de energía (Epec) sólo después de haber coimeado al senador frepasista, Jorge Bodega. El “ahorro” de 20 millones que se obtendrá por la reducción del número de los legisladores, es exactamente lo que De la Sota acaba de pagar de más para contratar su propia publicidad política con el marketinero brasileño, Duda Mendonca (Revista 23, 26.7).
De la Sota necesita un unicato, porque quiere imponer la privatización del Banco de Córdoba y de Epec, que en condiciones de cesación de pagos se hacen a precios de remate; porque quiere privatizar la recaudación impositiva; porque en poco tiempo tendrá que volver a recurrir al pago en bonos, dada la impagable deuda pública de la provincia; porque tiene que enfrentar una situación de derrumbe industrial y de despidos masivos, que le exigirán imponer “planes asistenciales” de 100 pesos bajo el control policial de los punteros del Estado. Y hasta porque quiere privatizar la Lotería para convertir a Córdoba en un garito y en prostíbulo – como ha ocurrido con todas las provincias que han privatizado el juego.
Golpistas, lavadores y timbres
De la Sota acaba de vender el Banco de Córdoba a un único oferente, el Banco General de Negocios, que está acusado en el Senado de la nación por lavado de dinero. El banco estatal, con 1.500 millones de depósitos, 1.900 millones de activos y el monopolio de la caja del Tesoro provincial, fue vendido por 117.5 millones de dólares.
La reforma constitucional favorece ampliamente la intención de establecer un unicato, ya que establece que establece que 24 de los 70 futuros legisladores serán elegidos por mayoría simple en representación de los departamentos de la provincia y solamente los restantes 46 en forma proporcional.
El golpe de Estado en Córdoba ha sido saludado fervorosamente por los círculos financieros que vienen atacando “la política” y que exigen la represión sin límites de los piquetes, como lo hace De la Sota con los trabajadores de Luz y Fuerza que se manifiestan contra la privatización de Epec. Pero no hubiera podido producirse sin la venia del gobierno nacional, porque sólo esto explica la reversión del voto inicial de oposición de la UCR. El gobierno de la alianza entre Cavallo y la Alianza no ha vacilado en sacrificar a la UCR de Córdoba, condenándola por un largo tiempo a la nulidad política. Es que el fujimorazo de De la Sota empalma con una tendencia nacional, que se orienta a enfrentar la cesación de pagos y la creciente movilización popular con medidas de golpe de estado civil, que pueden incluir el cierre temporario del Congreso. La cavallista Oyhanarte, por ejemplo, acaba de proponer la postergación de las elecciones de octubre.
Navarrazo
El golpe delasotista es una versión actualizada del “navarrazo” – el golpe de estado impulsado por la policía y por Perón, que en 1974 derrocó al gobernador de Córdoba y provocó la intervención de la provincia por los hombres de la triple A. También en aquella oportunidad, el radicalismo hizo la vista gorda o apoyó directamente los atropellos. Hoy no se trata de liquidar el ejecutivo sino al legislativo, pero el objetivo es el mismo: la suma del poder público; el reforzamiento de la represión; los planes económicos de hambre. Al igual que en 1974, este golpe tiene un alcance nacional, es decir que forma parte de las salidas políticas que pergeñan los explotadores. No es un problema local. En 1974, esos planes culminaron con el videlazo de 1976.
Sin embargo, los partidos de centroizquierda y de izquierda han decidido ignorar, tanto el carácter golpista de la reforma como su alcance nacional. Presentan candidatos a la “constituyente” trucha, que sólo tiene asignados siete días para deliberar e incluso los términos mismos de la reforma que se pone a votación. Quizás utilicen la breve campaña electoral para denunciar la cantidad de chicos que mueren por día; la pobreza creciente; y la ola de despidos. Pero son palabras vacías ante la naturaleza del operativo político que hay que enfrentar. No podrán denunciar el golpe de estado, por la simple razón de que nadie que esté contra un golpe de estado concurre a él con sus votos y candidatos.
No vote y llame a no votar
El Partido Obrero, en una resolución de su Comité Nacional, ha decidido, en cambio llamar al boicot a la “constituyente” trucha, ilegal, inconstitucional, antidemocrática y reaccionaria. Ha decidido plantear la unidad de acción con quienes coincidan con esta política e incluso ofrecer un frente único a quienes llamen a votar en blanco denunciando el golpe de estado. El Partido Obrero opone a la “constituyente” trucha la convocatoria a una Asamblea Constituyente Soberana, es decir que desplace a De la Sota y asuma el gobierno, una Asamblea Constituyente convocada por una movilización popular, que prohiba los despidos; estatice toda fábrica que despida o cierre; anule las privatizaciones; reparta las horas de trabajo; establezca un salario mínimo de 600 pesos, por ocho horas de trabajo, hasta llegar a los 1.200 pesos de la canasta familiar; que investigue la deuda pública provincial y los negociados que ella representa con los Roggio, los Minettis y los Escasanys; y que llame a una Asamblea Constituyente soberana en el país y en todas las provincias.
Denunciamos la completa capitulación de la UCR ante el golpe totalitario de De la Sota y llamamos a los jóvenes y trabajadores del radicalismo a unirse a nosotros en una vigorosa campaña por el boicot. La base popular del radicalismo tiene un futuro; la UCR está definitivamente muerta.