MENEM: ´PINOCHET, QUE GRANDE SOS´
nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/49735-
Menem es un personaje que ha vuelto a confirmar que carece del sentido del ridículo. Pero como está ‘rodeado´ de gente que sabe más que él, su afirmación de que el Pinochio trasandino hizo por Chile más de lo que Fidel por Cuba, responde no sólo al ‘estilo´ sino a un cálculo político. Nadie en su sano juicio podría haber hecho una afirmación como la de Menem, porque Fidel Castro simboliza, en la conciencia genérica del mundo, a una revolución de los de abajo contra el imperialismo más poderoso de la tierra, mientras que el criminal chileno ha sido un instrumento de ese imperialismo y de los oligarcas de su país, en el aplastamiento sangriento de los trabajadores.
Los grandes filósofos que pasaron por este mundo nunca dejaron de coincidir en que, cualesquiera que fuesen los tropiezos, fracasos y retrocesos de los grandes movimientos revolucionarios, su tentativa de regeneración humana sobrevive necesariamente en la conciencia histórica de los hombres y se mantiene como llama vigorosa de nuevos esfuerzos transformadores.
El golpe pinochetista quedará en el registro histórico de la barbarie, la revolución cubana en el de la más pura humanidad.
El argumento principal del riojano retrata su formidable mediocridad. Según le dijo a la prensa, el Pinochio se fue al cabo de 17 años, mientras que Castro sigue en el poder luego de 37. La medición es cualitivamente equivocada. Pinochet no se fue a ningún lado, ya que quedó como comandante del ejército por decisión propia y por lo establecido en una ‘Constitución’ redactada a su medida y votada bajo las‘feayonefas’. Tiene el control de decisiones en el Senado gracias a los senadores vitalicios designados por él; el pinochetismo controla la estructura del Estado que hoy les toca administrar a democristianos y ‘socialistas´ A la minoría capitalista le entregó todos los recursos nacionales y la salvó de gigantescas quiebras, que aún hoy gravan pesadamente el presupuesto nacional. A los trabajadores los colocó en el nivel de vida más bajo de las últimas décadas, luego de segar la vida de millares de ellos. Pinochet sólo abandonó la presidencia cuando sus mandantes norteamericanos se lo ordenaron, para evitar el crecimiento de la rebelión popular; se produjo un relevo de guardia en la dominación capitalista de Chile.
Con Fidel, al menos en este punto, pasa lo contrario, porque ha quedado en pie a pesar de cuatro décadas de sabotaje económico, político y militar del imperialismo yanqui. Los dichos de Menem se comprenden mejor cuando se tienen en cuenta sus similitudes sociales y psicológicas con el Pinochio: ambos son travestís políticos —uno ascendió en la carrera militar jurando fidelidad a la Constitución, para luego darse vuelta con un infame golpe militar; el otro escaló en la profesión política poblando patillas de nacionalista, para también cambiar de casaca mediante la mayor entrega de la soberanía que conozca la historia argentina. Ambos se han enfrentado a escandalosas denuncias de corrupción familiar.
¿Dónde está, entonces, el cálculo político? Menem tiene bien escondido, para la opinión pública argentina, que su gobierno tiene una activa participación en los negocios con el gobierno de Fidel Castro. Por ejemplo, los amigos de Menem que participaron en el asunto de la leche adulterada, son activos exportadores del fluido a Cuba. Otra, la Superintendencia de Seguros de la Argentina, en manos de la gente de Duhalde, está montando en Cuba la infraestructura aseguradora de los negocios capitalistas en la Isla. Los insultos de Menem procuran encubrir esos negocios ante sus amigos ‘gusanos’ de Miami, los cuales fingen que no lo saben porque ellos también quieren negociar en Cuba. Esto explica, precisamente, que a la hora de los bifes, Menem siempre vote en contra del bloqueo a Cuba, exactamente desde que comenzaron los negocios de sus amigos.
Pero la mediocridad y el histrionismo no son sinónimos de zoncera, de la cual el riojano no tiene ni un pelo. En el asunto de la ‘democracia´ en Cuba, pretende actuar como un adelantado, sabiendo perfectamente que el régimen castrista ha tomada el rumbo del capitalismo. En la propia ‘cumbre´ de Chile, Fidel Castro firmó un texto a favor de la ‘democracia’ junto a mi rey español, un primer ministro franquista, un heredero de Stroessner, un practicante boliviano del estado de sitio y varios socios del narcotráfico. A favor de la ‘democracia´ que impone la miseria, el hambre y la prostitución que denunció en su breve discurso.
En un plano más intento, ¿la pinocheteada de Menem significa, acaso, que está dispuesto a poner un gabinete nombrado por los pinochetistas argentinos, es decir, por el Consejo Empresario de los Alemann, Broda, Krieger Vasena, Martínez de Hoz? Lo sabremos antes de Navidades.