G20: LA GLOBALIZACIÓN COMO CAMPO DE BATALLA

G20: LA GLOBALIZACIÓN COMO CAMPO DE BATALLA

Arículo publicado en INFOBAE.

La última de las bombas de Donald Trump ocurrió el lunes a la noche cuando advirtió a Theresa May, la primera ministra de Gran Bretaña, que el acuerdo que acaba de firmar con la Comisión Europea acerca del Brexit excluía la posibilidad de cualquier tratado de libre comercio con Estados Unidos. El anuncio agravará, por supuesto, la crisis política en el Reino Unido. En las vísperas mismas de la reunión prevista para fines de mes en Buenos Aires, esta crisis es otra evidencia del anacronismo del G20. El directorio multinacional no es otra cosa que un feroz campo de batalla.

Buenos Aires acogerá también a Mohammed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudita, convertido en un bonapartista con turbante dentro de la extendida familia de los Saud. El personaje es responsable de un genocidio enorme en Yemen, donde ya han muerto 85 mil niños por hambruna. La CIA lo ha acusado formalmente por el descuartizamiento del periodista Jamal Khashoggi, en el consulado saudí en Estambul. Donald Trump desechó, sin embargo, la denuncia de su organismo de espionaje y explicó que Arabia Saudita era un mercado de armas demasiado importante como para dejarse sensibilizar por lo ocurrido.

Las sanciones contra Irán por parte de Estados Unidos, más aquellas de que afectan a Rusia, han desatado una crisis en el sistema de pagos a nivel internacional, porque alcanzan a todas las compañías que comercien con los apuntados. La Unión Europea, por un lado, y China y Rusia, por el otro, han insinuado la improbable creación de un clearing paralelo, lo cual oficializaría la dislocación del comercio mundial. A finales de 2008, las líneas de crédito de la Reserva Federal norteamericana evitaron el derrumbe instantáneo del mercado europeo, aunque al costo de instalar el escenario de una crisis mundial de mayor alcance aun. El cuadrilátero de boxeo del G20 tiene un jefe barra brava que nadie se atreve a desafiar.

América Latina se ha convertido en un terreno privilegiado de la disputa Estados Unidos-China, o sea que será objeto de represalias según las opciones que elija, agravando la depresión económica que la afecta. El relato oficial escamotea esta realidad. Las guerras económicas han sido siempre la antesala de las guerras propiamente dichas. Lo atestiguan millones de desplazados y muertos.

La agenda de la reunión contempla el tema del trabajo y la tecnología, que no es más que el eufemismo para avasallar el derecho laboral y previsional, y convertir a los trabajadores en monotributistas, rebautizados, para la ocasión, como emprendedores. En este punto el G20 se convertirá en monolítico.

La globalización, el término engañoso de la cooperación, se ha convertido en un campo de guerras. La sobrevivencia humana exige una reorganización radical de la organización social y política mundial.