LENIN SOBRE LAS COIMAS Y LOS COIMEROS

LENIN SOBRE LAS COIMAS Y LOS COIMEROS

COSTUMBRE FRANCO-RUSA DE SOBORNAR

“Bajo este título publicó hace poco el periódico socialdemócrata alemán Vorwarts un documento extraordinariamente importante: el original de la carta del señor Jules Gouin, director de una gran fábrica de maquinaria de Batignolles (suburbio de París) a un funcionario de un ministerio de Petesburgo. La fábrica francesa había recibido por conducto de este señor, el encargo de suministrar 114 locomotoras. El importe total del encargo (27.700 francos por locomotora) asciende a un total de tres millones de francos, ósea, más o menos, 1.200.000 rubros. Por una mediación en la gestión del encargo, el digno funcionario ministerial, (el cuál añadimos nosotros, por cuenta nuestra, probablemente desempeña un alto cargo en el ministerio) percibe, por empezar, según consta de la carta, el dos por ciento de la suma total, lo que representa poco más o menos 25.000 rubros. De la carta (que no reproducimos integra por falta de espacio) se desprende, además, que el mediador recibió por adelantado 13.000 francos, debiéndole abonarle el resto en diversos plazos. Por otra parte, se pagarán aparte los cambios que sea necesario introducir en las locomotoras para adaptarlas a los ferrocarriles rusos. El representante de la empresa de París en Petesburgo se compromete a comunicar de ante mano al funcionario ruso el monto de recargo que la fábrica exige por este concepto. SI dicho funcionario logra “obtener” del gobierno ruso un precio superior al estipulado por la fábrica, también se le abonará la diferencia por sus servicios de “mediador”, de acuerdo con el convenio establecido. En la traducción alemana de la carta francesa se califica esto de Vermittluñgsgebuhr o “comisión de corretaje”. Pero lo que en realidad oculta este nombre, es la más insolente estafa y un fraude al fisco, puestos en práctica por convenio entre un capitalista francés y un funcionario ministerial ruso. Tiene Vorwarts cuando dice que esta carta ilumina con cruda luz la corrupción rusa y el modo como el capital extranjero se aprovecha de ella. La carta constituye una prueba documental de las relaciones de “negocios” habituales entre las naciones capitalistas civilizadas. Tales hechos se producen en todos los países de Europa, pero en ninguna parte con el descaro que se exhiben en Rusia, pues en ningún país existe una “seguridad política” tan grande (la seguridad de que tales hechos no sean descubiertos) para la corrupción para la Rusia autocrática. Se comprende, entonces,-concluyen los socialdemócratas alemanes-, porque a la industria europea le interesa que se mantenga en pie la autocracia rusa, con sus irresponsables funcionarios, que hacen tan hábiles negocios bajo cuerda, y porque, a su vez, la burocracia rusa se defiende con uñas y dientes contra toda Constitución que amenace con implantar una fiscalización pública de la administración ¡A la luz de este ejemplo, uno puede imaginar lo que la burocracia rusa se “embolsa” con la guerra ruso-japonesa que sumas fueron a parar a los bolsillos de los funcionarios ministeriales rusos, cuando Rusia compró los barcos alemanes de ultramar! La desgracia nacional es una mina de oro para los proveedores del ejército y los funcionarios corrompidos”.

V period, número 14. 12 de Abril (30 de Marzo) de 1905