A CIEN AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA

A CIEN AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA

A CIEN AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA

En cuanto a la Revolución Rusa, nuestra posición no es apologética. El Partido Obrero se considera heredero de esa revolución, y la abordamos desde un un punto de vista crítico. Pensándola políticamente desde nosotros mismos, no simplemente repitiendo, sino desde la experiencia de un siglo.

El primer punto es: ¿qué consiste la actualidad de esta revolución? ¿Tiene vigencia? ¿Significa que estamos al borde, como decía Cristina Kirchner, de tomar el Palacio de Invierno? No sé si ustedes se acuerdan, a raíz de una ocupación de fábrica en el Gran Buenos Aires, nuestra ex presidenta dijo que queríamos tomar el Palacio de Invierno1. Este es un buen punto de partida, porque el Palacio de Invierno fue tomado hace cien años. ¿Por qué le preocupa algo que ocurrió hace 100 años? ¿Por qué no se preocupa por los problemas que enfrenta en la actualidad? La propia burguesía discierne que en los movimientos de la clase trabajadora está presente la Revolución de Octubre, la estación final victoriosa, emancipadora de cualquier lucha de clases de la juventud, de la mujer, de los trabajadores. Este es el nudo de la cuestión.

En primer lugar la Revolución de Octubre es una revolución de carácter universal inédita en la historia. No es una revolución nacional, no es como la Revolución de Mayo, que emancipó a las Provincias Unidas y eventualmente al conjunto de la América de habla hispana, pero de raíces indígenas, del yugo español. El estallido de la Revolución Rusa, pero esencialmente la victoria en Octubre, provocó en la humanidad entera la sensación, incluso la convicción, de que se iniciaba el camino de la emancipación de la explotación del hombre por el hombre. Eso no es ruso, francés o peruano, etc. - es de carácter universal. Mi papa, obrero gráfico, aquí en Buenos Aires, sintió, en ese momento era muy joven, pero en los años siguientes, sintió que la revolución ocurrida en Rusia era propia de él, porque era un obrero y en Rusia habían triunfado los obreros.

Eso sintieron los obreros de todo el mundo. Fue universal en el sentido de que elevo a la humanidad productiva en su conjunto a la categoría de sujeto real de la historia. Un fenómeno de estas características conquista una vigencia histórica, que va más allá de sus vicisitudes. ¿Cómo no va a tener vigencia el comienzo de la realización práctica de la emancipación del hombre? Numerosos pensadores pensaron la emancipación humana, en una suerte de mesianismo real. La Revolución de Octubre fue la acción práctica concreta de esa emancipación, porque los obreros y los campesinos derrotaron a la burguesía, tomaron el poder e iniciaron la construcción de una nueva sociedad. La utopía pensada pasó a ser historia en movimiento. La lucha de clases dejó de ser una peripecia para convertirse en el movimiento real que conduce a la transición hacia una sociedad comunista internacional.

Desde el punto de vista práctico lo podemos ver de otra manera. La clase obrera en el mundo venía luchando por la jornada de ocho horas, y por otras reivindicaciones fundamentales. Una de las primeras medidas de la Revolución de Octubre fue establecer la jornada de ocho horas, e inmediatamente la jornada de ocho horas se fue estableciendo en casi todos los países del mundo. Este ejemplo práctico revela esa universalidad, en el sentido de que el ser humano, él mismo, adquiere carácter universal, porque consagra la realización práctica de aspiraciones comunes, y no la realización exclusiva de aspiraciones particulares. Entonces, la actualidad de esa revolución se deriva de su carácter histórico, es decir que es una necesidad histórica, no es un accidente histórico, o sea un desvío, una suerte de ensayo y error de la experiencia social. La historia tiene accidentes. La necesidad histórica emerge en la práctica a través de una serie de accidentes. Son accidentes históricos, es muy importante distinguirlos de la necesidad histórica, que se manifiesta subterráneamente incluso en los accidentes.

Para seguir sobre este tema, quiero compararlo con la Revolución Francesa. Fue una necesidad histórica, y fue universal, pero en un sentido diferente al de la Revolución de Octubre. Por ejemplo, para hablar de cosas nuestras, impactó enormemente en América Latina. Moreno, Castelli, estaban imbuidos de todas las ideas de la Revolución Francesa, pero impactó también en Haití, colonia francesa, donde los esclavos de las plantaciones de azúcar se levantaron en masa y destruyeron el colonialismo y la esclavitud y hasta mandaron un representante a París, diciendo acá viene un negro que representa a la Revolución Francesa. A los franceses no les gustó nada, como lo prueba el hecho de que Napoleón Bonaparte envió la flota francesa por Napoleón Bonaparte, y los negros de Haití derrotaron a la flota francesa, y luego hundieron a la flota inglesa del Imperio Británico en el Mar Caribe.

La Revolución Francesa uvo ese carácter universal. ¿Pero qué la distinguía de la Revolución de Octubre? Que era la expresión universal de un fenómeno que seguía siendo particular. Impactó mundialmente, abrió un nuevo desarrollo histórico, pero para afirmar una nueva forma de explotación, una nueva forma de afirmación de intereses particulares, y por lo tanto del interés del uno contra el otro. La universalidad de la Revolución Francesa, entonces, es abstracta, porque bajo la etiqueta de la universalidad sigue afirmándose, mucho más que antes, el interés individual. La Revolución de Octubre es la universalidad concreta, porque se encarga de abolir la oposición de intereses particulares, y en el marco de una acción común de las clases trabajadoras, elimina la explotación del hombre por el hombre y abre el camino para el desarrollo pleno de la personalidad única que es inherente a cada persona. La universalidad es la universalidad de uno mismo, que puede relacionarse con los demás desde el desarrollo de su personalidad con relación al desarrollo de otras personalidades.

Internacionalismo

La Revolución de Octubre va a dominar toda la política mundial desde 1917 hasta hoy de diversas maneras. En primer lugar se manifiesta de inmediato en una ola revolucionaria que abarca a casi toda Europa e incluso a Asia. Luego después de muchos traspiés, derrotas, burocratización, fascismo y guerra, el fascismo es derrotado y estallan nuevas revoluciones por todo el mundo. En Vietnam, China, Italia, Francia, Grecia, Yugoslavia…. La Revolución de Octubre adquiere una presencia definitiva; el explotador sabe, al igual que el explotado, que se ha establecido una ruta política-histórica. El obrero dice: ¿Adónde voy en esta vida? Se lo mostró la Revolución de Octubre. El patrón o el monopolista se interrogan: ¿De qué me debo preocupar, en función de qué contexto debo organizar mi régimen de dominación? El que la persona que yo exploto sabe que hay un camino.

El ’17, no inaugura la lucha de clases, ni su carácter político, ni las revoluciones, incluso como la que llevó a la Comuna de París, que fue ahogada en sangre al cabo de dos meses. Ahora se discernía un movimiento victorioso de millones de personas, conducidas por un partido político largamente entrenado en la lucha de clases y en el combate por el socialismo. No lo hacían en nombre de un interés nacional. La misma Rusia no era una Rusia, porque bajo el zarismo vivían muchas nacionalidades oprimidas. ¿Por qué entocnes llamar rusa a una revolución que dio la libertad a los georgianos, azerbaiyanos, kazastanos, a los finlandeses, a los ucranianos… Era la emancipadora de otras naciones.

En un debate reciente alguien hizo una observación interesante: En partes del Asia musulmana, la Revolución de Octubre no abolió la sharia, la ley islámica que somete a la mujer al hombre. No se presentó para abolir sus costumbres en nombre de una civilización en abstracto, que hasta entonces era la del opresor. Antes era el zar o el capitalismo occidental y ahora los comunistas.” No. Primero tengo que ganarme la confianza de ese pueblo, en principio respetando sus costumbres. Una vez que entiendan bien que tenemos objetivos comunes, les voy a explicar que esa ley es negativa porque oprime a la mujer, y de ese modo los voy a ganar a ellos a la causa de la emancipación femenina, y de otras formas de atraso social. Es fabuloso cómo la Revolución de Octubre comprende la dinámica de la opresión. La opresión debe ser abolida por un movimiento propio de emancipación. Esto lo subrayo por todo lo que está pasando en el Medio Oriente ahora. La liberación de la opresión es el resultado de la práctica concreta del oprimido contra el conjunto de las relaciones sociales y de poder que reproducen esa opresión.

Las revoluciones burguesas crearon un mercado mundial. Esto es un universal- abstracto, porque el mercado mundial es la cosificación del antagonismo particular y del antagonismo nacional. En una polémica reciente señalé la irreductibilidad que tiene una dirección obrera en un proceso revolucionario efectivamente universal, es decir socialista. Que un proceso es revolucionario es auténticamente socialista solamente si tiene una dirección obrera. Muchas revoluciones que no tuvieron una dirección obrera y que se insertaron objetivamente y hasta pretendieron que se insertaban en el marco histórico de la Revolución de Octubre, fueron expresiones de la universalidad de la Revolución de Octubre, y por eso constituyeron transiciones políticas hacia nuevas revoluciones socialistas. Por ejemplo expropiaron el capital, e incluso socializaron gran parte de la vida colectiva, pero en ninguna parte de su programa u objetivo histórico estaba presente el gobierno de la clase obrera y la transición hacia una sociedad sin clases. La revolución cubana trajo la perspectiva de las revoluciones socialistas a América Latina. Se diferencia del chavismo, resolvió llamarse Socialismo del Siglo XXI, en oposición al del siglo XX y la Revolución de Octubre. El socialismo del siglo XXI proclama en forma abierta la falta de actualidad de “la Revolución de Octubre.

La historia a saltos

Cuando se estudia la Revolución del 17, desde su primera parte, en Febrero, hasta su culminación, en Octubre, se observa, en siete meses, un proceso político excepcional. La nación más atrasada, oprimida y autocrática de Europa, atraviesa tentativas democráticas que a las naciones avanzadas les llevaron décadas y hasta siglos. Agota todas las formas de democracia burguesa como salidas a una catástrofe nacional e internacional. Transita desde la barbarie hasta más allá de la modernidad capitalista.

El capitalismo es entendido como sinónimo de modernidad, al disolver (aunque jamás por completo, todo lo contrario) lo que era subyugación personal directa y estableció un sistema de dominación fundado en la ficción jurídica y la alienación política. Si votamos todos, como dijo hoy un periodista, “la culpa la tenemos nosotros que votamos mal”. Un sistema que nos es ajeno y funciona al margen de la mayoría, es presentado como propio. Este régimen de dominación entraña una falacia. Todos somos iguales de palabra y desiguales en la práctica. Entonces un domingo vamos todos a votar, el DNI adelante, la patria, la bandera, esto y lo otro… pero quienes tienen el control de la propiedad, de los recursos de los bancos, de la moneda, de la deuda externa, del estado, del presupuesto, de los impuestos, y condicionan todo lo que vamos a hacer… a ellos no los eligió nadie. Es una clase social que ejerce la dominación sobre los otros a través de un sistema, llamémoslo provisoriamente, invisible.

En siete meses la clase obrera y los campesinos rusos destruyen el sistema de dominación alienante. Es decir, no solo derrocan al zar, que es un autócrata que defiende la dominación personal, sino que, una vez que lo derriban, derriban también siete meses, s través de una experiencia colectiva excepciona y de la luchas política, todas las formas que vienen después de la dominación personal y patrimonial, o sea las formas ulteriores de dominación, como el intento de parlamentarismo (la Duma moribunda), el intento de bonapartismo, el intento de gobierno militar, para ensayar la forma de gobierno de los consejos obreros, en medio de una guerra mundial y, enseguida, de una guerra civil. La falacia del gobierno del pueblo es suplantada por el gobierno asambleario de los consejos obreros, campesinos y soldados.

Hay dos factores que aceleran todos los acontecimientos. El primero es la guerra. Los rusos y las demás naciones del imperio no querían más guerra. El zar los estaba exterminando. Al derrocar al zar, lo primero que hizo el gobierno provisional que en principio proclamaba la democracia burguesa, fue comprometerse a continuar la guerra. En estas condiciones nadie podía esperar el pasaje por doscientos años de democracia. No, había que echarlos ya. El gobierno defendió la guerra y por lo tanto el interés nacional particular de Rusia, que si ganaba la guerra, junto a Inglaterra, Francia y Estados Unidos, tenía prometido un botín de guerra.

La democracia, desde el debut, se entrega contra el interés popular y a favor del interés capitalista, y un solo partido, uno solo, dice “paz ya”. Ese partido dice que el único que puede concretar la paz es el gobierno de los trabajadores. ¿Cómo hacer para gobernar nosotros? Lenin dice “expliquémosle esto a los laburantes, que sólo si ellos toman el poder va a haber paz, y que nadie se la va a dar.” Lo miraron con desconfianza, pero en abril de 1917, ante una declaración del ministro de Relaciones Exteriores de que va a continuar la guerra, se produce una tremenda manifestación y cae el primer gobierno provisional.

La otra cuestión es que ciento veinte millones de campesinos querían la tierra, y todos les dijeron “si, te vamos a dar la tierra, pero bien hecho, no nos apresuremos. Primero tiene que haber una asamblea constituyente;” ¿y cuándo va a ser la asamblea constituyente? “todavía no tiene fecha.” Entonces los bolcheviques dijeron “está bien lo de la asamblea constituyente, pero para cuando se convoque, tengamos ya la tierra. Así que: tómenla.” Una revolución en el campo, y como en el campo de Rusia había muchas clases sociales, esta audaz posición del partido bolchevique unió a todas las clases sociales del campo a la clase obrera, sin lo cual no hubieran hecho la revolución. La democracia burguesa mostró que en los temas vitales promete pero no cumple – como ya lo sabía el resto del mundo.. El gobierno de los trabajadores habla menos pero cumple más. Es el gobierno directo, no la alienación donde lo que parece que es no es.

El otro motivo es que aparece un partido político que le dice a la clase obrera rusa, que es muy pequeña pero está muy concentrada, que la única salida es tomar el poder. El partido bolchevique llega al estadio histórico más alto del desarrollo de la política moderna y por eso supera a la democracia ficticia, que representa la modernidad. El explotado debe tomar el poder porque de lo contrario va a continuar la guerra y la opresión. La Comuna del París nació de una rebelión popular contra la invasión extranjera; la rusa como una rebelión obrera y campesina contra una guerra imperialista internacional. Es notable porque ese partido que va a tomar esa posición ingresa a la revolución en un estado de crisis. La mayor parte del partido cree que tiene que apoyar al gobierno burgués y una minoría encabezada por Lenin demuestra que no. Se trata de uno de los capítulos más profundos de acción política, inédito, insuperable, en toda la historia.

Socialismo en un solo país

Toda esta introducción tiene otra actualidad. A partir de cierto momento la Revolución Rusa empezó a degenerar, y entramos en el estalinismo. El primer pronunciamiento político del estalinismo es fundamental, y ustedes ya están preparados para entender por qué. Proclama que el objetivo de la clase obrera rusa es el socialismo en un solo país, es decir, su primer pronunciamiento programático es “nuestra revolución no es universal, sino particular, de Rusia, de nuestros intereses y no de los intereses de la totalidad de la clase obrera mundial.” ¿Se dan cuenta de la importancia que tiene haber encarado la primera parte desde este ángulo? Porque para cercenar esa revolución hay que privarla del carácter universal. Una vez que se transforma en el hecho particular de un país, es porque empiezan a consolidarse en el seno de ese país intereses particulares. Es la burocracia, la dominación por parte de Rusia de los otros estados que había liberado la revolución y que son sometidos a la dominación de Rusia, que es más fuerte y más poblada que Georgia, Azerbaiyan, etc.

Es decir empieza a formarse una casta de intereses particulares que dice “mirá, puede triunfar la revolución en China, pero ahí nos metemos en una guerra. No hagamos aventuras, que maten a todos los chinos pero nosotros defendemos el socialismo en un solo país.” Exactamente al revés de lo que hizo la Revolución Rusa en 1917, cuando estallaron las revoluciones de inmediato en todo el mundo y fue en apoyo, trayendo oradores, mandando emisarios, para impulsar la revolución a nivel mundial.

De un punto de vista particular a los rusos no les convenía que triunfara la revolución en Alemania, porque esta era una nación industrial muy fuerte. Desde el punto particular, Alemania socialista dominaría a la Rusia socialista. ¿Entonces por qué Lenin quería la revolución en Alemania? Porque era adversario de los intereses particulares, estaba pensando en derrotar al capitalismo de fondo y establecer el socialismo a nivel universal. El nombre que Lenin le pone al nuevo estado no tiene connotaciones nacionales. Es Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, todo es universal. Siguen vigentes las personalidades nacionales, pero no el particularismo estatal.

Entonces el primer acto del estalinismo es ese, y es la primera manifestación digamos en el campo de la izquierda, del partido ruso, de la Internacional Comunista, del abandono de la perspectiva mundial de la Revolución de Octubre. En el año 1943, Stalin va a disolver la Internacional Comunista, que se llamaba a sí misma Partido Mundial. Naturalmente un socialismo en un país atrasado, aislado de la lucha de clases de la clase obrera mundial, va a entrar en dificultades, porque los países capitalistas desarrollados dominan el mercado mundial, dominan la tecnología, y al final por la vía de la presión económica van a terminar derribando el carácter socialista o futuramente socialista de ese estado.

Eurocomunismo, el fin del ciclo de Octubre

Luego se produce una escisión entre los partidos estalinistas, y los partidos italiano y español proclaman abiertamente: “La Revolución de Octubre ha terminado. Nosotros venimos del comunismo y todo lo demás pero seamos modernos, ya está, fue un episodio.” Es la segunda manifestación, más derechista todavía, acerca del carácter particular de la revolución, y luego en el trotskismo, en lo que en su momento se llamó Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional, se estableció que la Revolución de Octubre había caducado, se modificó el estatuto que decía “luchamos por una dictadura del proletariado”, y luego se le cambio el nombre al principal partido de ese secretariado, y de Liga Comunista Revolucionaria pasó a llamarse Nuevo Partido Anticapitalista.

Como ustedes ven, el sentido de cambios de nombres, que parecía un ritual religioso, tenía, realmente, un significado político abrumador. Rompemos lazos, aquello ya ocurrió. Nuestra corriente política, la corriente del Partido Obrero, basa enteramente su estrategia en la vigencia de la Revolución de Octubre cien años después – el internacionalismo obrero y revolucionario. El mundo posmodernidad capitalista es el mundo del gobierno de los trabajadores. Con el retroceso de esa perspectiva, por la derrota de la clase obrera, se desarrolló una llamada filosofía posmoderna que es la de la existencia individual. Tenemos entonces dos variantes del posmodernismo: la Revolución de Octubre, por un lado, y esta decadencia monumental del capitalismo, reaccionaria, que aparece como filosofía actual, y que revela la completa descomposición, en el plano teórico, ideológico, de la clase capitalista. No tienen más una ruta de acción.

Cuando Adam Smith escribió La riqueza de las naciones, le dijo al capitalismo: “Esta es tu ruta, vamos.” Comercio mundial, mercado mundial, inversión mundial; el capitalismo más o menos siguió esa ruta. Ahora ustedes abren los libros de los Adam Smith de hoy y dicen: “Miren muchachos, al final vamos a estar todos muertos, para qué trazarnos una ruta. Vamos viendo qué pasa cada día”.. Esto es, en el plano teórico, del pensamiento, la expresión de la completa decadencia de una sociedad.

Quiero subrayar esta polémica para esta conclusión: Qué representa para nosotros la Revolución de Octubre. Para nosotros representa que los capitalistas y los obreros saben que la formación de un gobierno obrero mundial, abolición de la explotación del hombre por el hombre, la emancipación de la mujer, está inscriptas en la ruta del desarrollo histórico; que deben ser alcanzadas. Todas las leyes por las cuales luchan las mujeres, todas fueron aprobadas en los dos primeros años de la Revolución de Octubre. No les vaciló la muñeca para firmar todo lo que había que firmar y hacer lo que había que hacer. Esto supera todo lo que hemos visto en los años posteriores. Esto es lo que hay que entender para palpitar el momento actual. Hay que meterse a fondo en la Revolución Rusa.

Es decir la Revolución de Octubre está presente permanentemente como potencia, como perspectiva, pero además ha habido un cambio: la burguesía empieza a preocuparse de que probablemente tengamos de nuevo una Revolución de Octubre. Porque el semanario The Economist, que es la biblia de la burguesía –es tan viejo que lo leía Marx…anuncia, en uno de sus últimos números, que “se viene el bolchizaso;” ¿y cuál es el razonamiento? Que la sociedad capitalista en su conjunto tiene un parecido extraordinario con las vísperas de la Revolución Rusa. Y si determinadas causas provocaran determinadas consecuencias, ojo al piojo.

El Partido

Indudablemente no hay partido como el partido bolchevique, pero los únicos que sabían que el partido bolchevique era importante como fuerza histórica eran los mismos bolcheviques, no sus adversarios. Los partidarios de la II Internacional habían escrito que la guerra iba a llevar a una situación revolucionaria, pero era para asustar a la burguesía. El único que partió de esa premisa fue Lenin – y Trotsky. Ahí tienen a un catastrofista, de esos que siempre creen que el mundo colapsa. Los partidos revolucionarios tienen que estar creados antes de la revolución, porque son un factor de la revolución y, en cierto momento, el principal.

La revolución de febrero como ustedes saben fue iniciada por las mujeres. Todos los partidos políticos les dijeron a las mujeres que no conmemoraran el 8 de marzo mediante una huelga general porque eso iba a ser reprimida por el zar. ¿Por qué las mujeres querían celebrarlo con una huelga general? Porque querían protestar contra las condiciones del momento en Rusia. Había largas colas para comprar pan, gran escasez, y estaban hartas de la guerra. Entonces la bronca de las mujeres fue tan intensa después de escuchar a mencheviques, bolcheviques, etc, que se decidieron a ir a la huelga igual y lo primero que hicieron, enseguida fue ir a las fabricas metalúrgicas –ellas venían de las fábricas textiles– e increparon a los hombres a que las acompañen. La quisieron pensar un poco, pero se dejaron convencer. Esto provocó el inicio de la huelga general y de la revolución.

Consciencia revolucionaria

¿Por qué subrayar esto? ¿Cómo interpretar la conciencia de las mujeres? ¿Cómo interpretar la conciencia de los que las acompañaron? El tema me fue inspirado por un debate que varios años después se va a hacer entre dos dirigentes políticos sobre qué es la conciencia política del pueblo. Donde uno va a sostener una tesis, el otro no va a sostener ninguna. León Trotsky en su estudio de la Revolución Rusa dice que el elemento fundamental dinámico para entender toda la revolución es que se desataron las fuerzas elementales de las masas.

Por ejemplo, en estos días, me mandaron un video con una huelga de choferes en Córdoba, y una mujer que habla ante la televisión. Ella es la líder de los choferes. Dije “las mujeres de Rusia, los hombres atrás… que el gremio de choferes lo lidere una mujer…”. Segundo, dijo “soy madre soltera.” ¿Cuantas mujeres lo dicen?. Ella sí, y está orgullosa, y es la líder de los choferes. Me confortó saber que es militante del Partido Obrero, pero lo más significativo fue que dijese que era madre soltera, y que era la líder de un sindicato de varones. Después se produce una manifestación de mil choferes en Buenos Aires, entonces yo dije “las fuerzas elementales…” Es decir nuestra clase da la pelea y va comprendiendo que no tiene más nada que perder, y cuando uno no tiene nada que perder va a fondo. Las fuerzas elementales que León Trotsky señala en su libro.

Un líder reformista. Martov, en una polémica que tuvo lugar en Alemania, muchos años después, dice que la Revolución Rusa es un desastre, que fue hecha por una clase obrera inconsciente, bárbara e inmadura, porque la formación de la conciencia de clase de los trabajadores lleva muchos años, y los obreros rusos no habían podido formar esto porque habían vivido bajo una dictadura. No habían tenido mitines, locales… Cuando pasaran por todo eso tendrían la conciencia para tomar el poder. La pregunta es: ¿Qué es la conciencia de clase? Yo no voy a negar la importancia de la formación política de los trabajadores; hay que aprovechar el ambiente de democracia para discutir y formar la conciencia de clase. Pero las fuerzas elementales, no quiere decir inconsciente, es, por el contrario, la convicción más profunda de que esta sociedad no deja otra salida que la revolución. Eso es lo que se formó en Rusia. Un hecho excepcional. Partiendo de una nula libertad política, los obreros actuaron de forma revolucionaria. Fueron acicateados por la propia crisis política, y ya en 1912 el partido bolchevique, en las elecciones nacionales por censo o categoría, el partido bolchevique había ganado holgadamente las elecciones entre los obreros. Por lo tanto era el partido obrero mayoritario en Rusia, a través de la actividad clandestina.

Es decir, la Revolución Rusa demostró lo correcto de la observación de Carlos Marx en el Manifiesto del Partido Comunista, que termina diciendo “trabajadores no tenéis nada que perder y sí un mundo por ganar”. Esa es la conciencia revolucionaria, y no la conciencia académica del trabajador que si no está al servicio de comprender que la sociedad capitalista es el cierre de todos los caminos, no puede modificar nada en profundidad.