LA VICTORIA EN EL SINDICATO DEL NEUMÁTICO: UNA METÁFORA DE ARGENTINA Y LA NUEVA GENERACIÓN OBRERA

LA VICTORIA EN EL SINDICATO DEL NEUMÁTICO: UNA METÁFORA DE ARGENTINA Y LA NUEVA GENERACIÓN OBRERA

La victoria de la lista del clasismo en el Sutna ha producido un comprensible cimbronazo en los sindicatos, en la izquierda e incluso en los círculos políticos. Representa una enorme derrota de la burocracia sindical, en este caso del kirchnerismo, que tiene lugar pocos días después de la movilización K en Comodoro Py. Waseijko, secretario adjunto de la CTA Yasky, se fue enterando del desplome de su larga tutela en el Sutna mientras ocupaba la tribuna de la burocracia sindical que presidía la concentración de los aparatos gremiales y municipales del pasado 29 de abril. En este sindicato de la gran industria, la consigna “volveremos” se convirtió en su contrario. Para las patronales, que persiguieron a los activistas de la Lista Negra-Roja-Granate con toda saña durante la campaña electoral, y para el macrismo gobernante, jugado a una fuerte política anti-obrera, se trata de una derrota colosal. El primer golpe al gobierno de los Ceo’s se lo asesta la izquierda – para nada el corrompido aparato ‘nacional y popular’. Nos adelantamos en advertir que el sindicalismo clasista y la izquierda que se basa en la lucha de clases, enfrentan ahora un desafío excepcional: se han convertido en dirección sindical en medio de una gran crisis industrial, aunque en este caso contradictoria: el derrumbe automotriz y del comercio del Mercosur está acompañado por fuertes incentivos a la demanda de camiones y tractores en el campo. En la tribuna del 1 de Mayo, en Plaza de Mayo, Alejandro Crespo, flamante secretario general del Sutna, adelantó que su primer objetivo de la nueva dirección era levantar los salarios de la industria (citó los bajos salarios en Pirelli) al nivel de Fate y recuperar los salarios perdidos por inflación en la paritaria de inicio inminente. Waseijko ya está al acecho para sabotear la acción de la nueva dirección obrera, en estrecha alianza con Caló y Moyano – y con FpV que pagó a los fondos buitres o quiere reconstruir al kirchnerismo con esos pagadores, y que ahora busca disimularse con un propuesta de “emergencia ocupacional”, que es una variante del despido y de las cesantías.

Crisis política

La victoria clasista en el Sutna echa una fuerte luz sobre el carácter de la situación política actual tomada realmente en su conjunto. Advierte que la pseudo victoria electoral de una corriente que se ubica en el lado derecho del escenario político de la burguesía, se encuentra en contradicción con el desarrollo de la consciencia política de una parte importante de los obreros de la gran industria. Demuestra que al lado de las ilusiones de una parte de la clase media y aún de sectores obreros en el macrismo, se desarrolla con fuerza, en el movimiento obrero, una crítica radical a la política burguesa en todas sus variantes, incluida la ‘nac & pop’. Ilustra que cinco meses de macrismo fueron suficientes para zanjar las dudas o vacilaciones que podrían haber existido incluso en sectores combativos con relación a las posibilidades de un ascenso obrero y de la izquierda en las nuevas circunstancias políticas. La misma movilización de aparato de las cinco centrales del pasado viernes, es un síntoma inequívoco del creciente descontento popular – y no sólo popular, porque expresa la tendencia a nuevas divisiones en el frente patronal. Ocurre que la victoria del macrismo, en noviembre pasado, ha tenido lugar en el contexto de una crisis de conjunto de la economía y de la política capitalistas – de carácter internacional, y cuando esta misma crisis está suscitando el descontento y la movilización en numerosos países, incluidas las metrópolis más desarrolladas.

Frente de Izquierda

El Sutna, en especial de la seccional de San Fernando, ha sido un campo privilegiado de actividad e influencia del Frente de Izquierda e incluso de la izquierda en general. Por eso, la victoria del clasismo tiene una naturaleza política clara, como se vio en la recepción calurosa que recibieron los líderes del Partido Obrero, frente a la sede sindical, en la noche del viernes reciente. La experiencia ha demostrado, con esta victoria, que el FIT llegó a convertirse, al menos parcialmente, en una inspiración política y en un canal de desarrollo de la energía de la clase obrera y por lo tanto en un instrumento fecundo de potenciación política de esa energía. La victoria de la lista clasista zanja, de este modo, una y hasta dos polémicas en el FIT: una, que el FIT no debe ser “un campo para disputas” (faccionalismo) sino un frente único entre tendencias con posiciones diferentes; la otra, que no es tampoco una sumatoria de agrupamientos sino en la medida en que interviene para desarrollar la independencia política del proletariado frente al capital. En el Neumático, la clase obrera ha tomado al Frente de Izquierda como un frente único, o sea un instrumento para derrotar a los explotadores y hacer avanzar la causa de los explotados. En lo personal, recojo como la mayor expresión de esta nueva consciencia de clase, al compañero de Fate que se me acercó para decirme: “yo armo los tractores” – una síntesis magnífica de la comprensión de que la clase obrera debe gobernar porque ella es la clase productiva por excelencia (en oposición, digamos, a los que acumulan bóvedas y propiedades o se blindan en paraísos fiscales). El clasismo del Sutna aplastó el faccionalismo, que es lo opuesto al frente único de los luchadores y a la democracia obrera entendida como el método del frente único del trabajo contra el capital. El ‘nuevo Mas’, que se cortó solo hasta el final, fue relegado a la marginalidad, aunque podría haberle dado el triunfo a la burocracia si le hubiera ido un poco mejor. La lista Negra-Roja-Granate, a nivel nacional, tuvo un parto doloroso, precisamente por el faccionalismo, el cual se expresó en la concurrencia dividida a las elecciones seccionales. La Negra, apoyada por el Partido Obrero, aun así derrotó a la burocracia y a las listas divisionistas en las seccionales, mientras que la burocracia retuvo una debido, precisamente, a esa división. Con este respaldo, los líderes de la Negra, que encabezan la nueva directiva, imprimirán ese liderazgo en la nueva dirección y le darán, sin duda, un fuerte carácter de unidad obrera.

Una construcción política y sindical

La directiva de la seccional San Fernando y la lista Negra han sido las fuerzas motrices de esta victoria. La han construido en un marco de confusiones, divisiones y faccionalismos a lo largo de la zona norte del gran Buenos Aires y en todas las instancias en que se puso en la agenda la unidad nacional de los sectores combativos y clasistas. La sede del Sutna San Fernando fue el marco de todos los plenarios de unidad del movimiento obrero de la zona y, a veces más allá, en contraste con el divisionismo y el fracaso de tentativas como el llamado Encuentro de Atlanta y del intento de convertir a s luchas de Lear o Donnelly en feudos de algunas camarillas – con los resultados a la vista. El hecho más ignominioso fue el reciente contubernio de la lista Bordó en Gráficos (3% de los votos) con la burocracia sindical, para defender el fraude en las recientes elecciones. Un intento de retomar una convocatoria nacional, en el mes de marzo, quedó frustrada por tentativas sectarias, de un lado, y de usar el escenario para proyecciones electoralistas ajenas a la construcción de una gran corriente clasista a nivel nacional. El 1 de Mayo, en lugar de convertir a la Plaza de Mayo en el escenario de la máxima conquista clasista de las últimas décadas, el PTS prefirió ir a la embajada de Brasil, un día antes, para dirimir diferencias con Izquierda Socialista acerca de la crisis política brasileña, y disfrazar con este pretexto su decisión de abandonar el Frente de Izquierda. Todos estos factores negativos fueron neutralizados en el Sutna debido a la larga política de construcción clasista unitaria de la seccional San Fernando y la lista Negra; como lo mencionó Alejandro Crespo en Plaza de Mayo, siete grandes plenarios de toda la zona y de numerosas corrientes sindicales y sindicatos clasistas a nivel nacional. Se impuso, con la lista unitaria, el frente único del clasismo en los sindicatos contra la burocracia sindical. No se puede celebrar la victoria histórica en el Sutna sin reivindicar el método de construcción obrera sindical y política que llevó a esta victoria. Se abre ahora la oportunidad de organizar un gran Encuentro o Conferencia del clasismo y los luchadores, que debe hacerse en la claridad.

La nueva generación obrera

La victoria clasista en el Sutna es la victoria de las nuevas generaciones de trabajadores. Este es otro de los datos estratégicos de esta victoria, simplemente porque pone de manifiesto un salto en calidad de carácter político en el movimiento obrero y porque es la que define el futuro. Las viejas generaciones podrían aún guardar ataduras con el peronismo. Pero el kirchnerismo, que se ha auto proclamado representante de la nueva generación, no forma parte de la partida en el Sutna, o sea que no ha podido confirmar su pretensión. Es lo que sí ha demostrado, otra vez, el PO y la izquierda; nuestro ‘viejo’ partido inspira a la nueva generación. Por el contrario, allí donde la nueva generación que se identifica como K ha jugado un rol protagónico, el nuevo sindicato de los trabajadores de prensa, hace un vano intento de contener el proceso en los moldes de Szpolski, Zaffaroni o Victor Hugo – o sea mirando al pasado. Estaremos atentos a cómo La Cámpora presentará la victoria clasista en el Sutna contra uno de sus referentes – Hugo Yasky, La revolución política en el movimiento obrero la lleva adelante la nueva generación que es inspirada por la izquierda revolucionaria construida a lo largo de varias décadas, con un programa de poder antagónico al conjunto de los partidos burgueses y agrupaciones nacionalistas pequeño burguesas. No tenemos la menor duda de que lo más difícil está por delante. Pero en eso consiste el desafío que debe enfrentar una clase obrera ganadora y victoriosa. Adelante, compañeros.

Jorge Altamira (ESCRITO AL CORRER DE LAS TECLAS, A LA SALIDA DE PLAZA DE MAYO)