LA CAMPAÑA ELECTORAL DEL PARTIDO OBRERO EN EL FRENTE DE IZQUIERDA
Charla en la Universidad de General Sarmiento, el 30 de septiembre de 2015
Compañeras y compañeros, buenas tardes.
Me parece muy oportuno que hagamos esta actividad en la provincia de Buenos Aires y en la zona norte de la provincia. Libramos una de las batallas más importantes en la campaña electoral, tenemos que reforzarla y todo lo que sea movilización, debate, es altamente positivo. Entonces, hacemos esta charla para exhortar a aquéllos que no militan en el Partido Obrero, que no están en el Frente de Izquierda y que han venido a escuchar nuestras posiciones a que voten al Frente de Izquierda en las próximas elecciones, que lo hagan con absoluta convicción y, por sobre todo, que voten lista completa. A la luz de las encuestas y del estado político de los trabajadores y de la opinión política, el Frente de Izquierda sólo podría aspirar en estas elecciones a tener un mayor número de diputados, tanto en el Congreso de la Nación como en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Pero toda lucha política, inclusive si está enfocada a incrementar la representación parlamentaria, es una lucha por el liderazgo contra las fuerzas políticas del capital. Como ésta es una campaña presidencial, la lucha por el liderazgo es también la lucha por las candidaturas presidenciales, de lo contrario caeríamos en una adaptación a las circunstancias del momento, a las circunstancias parlamentarias y estaríamos olvidando que el objetivo político, siempre, de los trabajadores, en una lucha de estas características, es la dirección del país, y la dirección del país a través de sus programas, de sus candidatos y de sus dirigentes (…) Scioli, Macri y Massa procuran presentarse ante el país como líderes políticos, en este caso de una clase social, pero en nombre de esa clase social como líderes políticos del país entero. Nosotros luchamos por el liderazgo nacional en nombre de la clase obrera.
Situación
¿Cuál es el estado de la campaña electoral en este momento? Si uno mira las encuestas y las observaciones que se hacen en los medios de comunicación, podría llegar a la conclusión de que el Frente de Izquierda no se encuentra en una situación de avance o de desarrollo significativo. Pero la campaña electoral recién empieza, y como recién empieza. Hasta ahora, los tres jinetes del ajuste han tenido el monopolio de la presencia política, porque tienen el monopolio de los medios de comunicación. La campaña empieza ahora. Un punto muy importante de la campaña es la crisis en torno al debate presidencial, que tendrá lugar el domingo que viene. Scioli dice que no va a concurrir y probablemente otros adopten una actitud similar o influyan para quitarle jerarquía al debate presidencial. Tanto en Brasil como en Uruguay estos debates presidenciales han sido importantes para la izquierda. Lamentablemente, nosotros, como Partido Obrero, no dimos la suficiente difusión al salto que ha tenido el Partido de los Trabajadores del Uruguay en la última campaña electoral, como consecuencia de la participación en el debate presidencial (…). En Brasil ocurrió lo mismo, algunos partidos revolucionarios fueron excluidos del debate presidencial, pero otros, quizá no tan revolucionarios, participaron de ese debate, lo que les permitió llevar adelante una exposición de ideas y han tenido un crecimiento electoral. Entonces, la campaña electoral empieza ahora y también empiezan los spots, la propaganda, y también el interés de la opinión pública. Esta propaganda televisiva adquiere importancia, a pesar de que no ofrece espacio para desarrollar los planteos porque el cuadro político de la burguesía es penoso. Macri, Massa y Scioli vienen haciendo campaña electoral desde el año pasado, se vienen pegando los unos a los otros y no han producido ninguna clase de entusiasmo, de interés ni de pasión en la opinión pública, que desconfía de los tres. Esta desconfianza es alimentada por la evidencia, que todos los medios de comunicación ratifican, de que Scioli, Macri y Massa tienen el mismo programa pero al mismo tiempo se matan como animales, se denuncian por corrupción, por choreaje, la tragedia de Once, Niembro, Nisman, y nadie logra advertir, en este matadero, cuáles son las diferencias. Todo el mundo advierte también –no sólo el Frente de Izquierda- que se viene un ajuste. Hay confusión pero en un clima de zozobra. En ese marco, los spots televisivos, los spots radiales, una polémica presidencial pueden abrir rápidamente una brecha política en beneficio de la izquierda. Que conquistemos la posición de cuarta fuerza política del país es en especial importante porque esto equivale a ser la segunda fuerza política del país, frente a los tres (Macri, Massa y Scioli) que representan un único polo político, y muchos adelantan que van a hacer un gobierno de coalición. No sólo van a ser un solo polo político por los programas y los planteos, sino que gobernarían juntos. En un país que enfrenta una situación económica extremadamente seria, qué progreso sustancial sería visualizar un campo político, de un lado, y un campo político rival, adversario, antagónico, de izquierda y revolucionario, del otro lado.
La crisis
El problema crucial de la campaña electoral es que Argentina enfrenta de nuevo una crisis gigantesca. Para entender por qué enfrenta una crisis gigantesca. Ella forma parte de una crisis mundial que vuelve a tomar proporciones enormes en especial para Asia y América Latina. El derrumbe de la economía de China y el estancamiento las economías de los países desarrollados en un piso bajo ha acentuado la crisis de sobre producción y producido una caída vertebral de las cantidades y los precios de los productos que los países de América Latina y Asia venden al exterior. Brasil, en un lapso de meses pasó de la categoría de inversión a la de ‘basura’; es decir que no ofrece garantías de pago de sus deudas internacionales, tanto pública como privada. Solamente en un año, han salido de los países llamados emergentes y China más un billón de dólares, en una señal de que el capital internacional considera concluido el período de obtención de grandes beneficios de estas naciones. Un monopolio internacional de la minería, Glencore, la más importante del mundo, que produce minerales y también interviene en el mercado financiero de compra y venta de minerales; es una metáfora de esta fase de la crisis mundial. A pesar de que protege sus negocios de producción con su rama financiera, Glencore hoy se encuentra en una situación virtual de quiebra ya que las deudas contraídas superan por completo su capital. Lo más interesante ni siquiera es esto. Los grandes grupos financieros especuladores están apostando a la baja de las acciones, lo cual acelera el proceso de quiebra de esta empresa. Los países emergentes se encuentran en la situación de Glencore:l capital financiero internacional, en este momento, está apostando al derrumbe de las naciones emergentes que exportan materias primas, mediante la fuga de capitales. La crisis agraria, que fue evitada por la demanda de China a principios de la crisis, se despliega ahora y golpe a los pulpos que han monopolizado la producción primaria.
Referencia de masas
Es en este cuadro que se desarrolla una campaña electoral en que queremos salir cuartos, con una fuerte votación para presidente y con muchos candidatos a diputados. Como fuerza revolucionaria buscamos estos resultados electorales, no como un fin en si mismo sino para colocarnos frente a las masas en una posición de referencia política y de organización. Es decir que nos estamos en esta campaña electoral con el objetivo aislado de una representación parlamentaria, sino que estamos en esta campaña electoral con el objetivo de conquistar un liderazgo político en una lucha de clases ulterior de características agudas. Esta es nuestra hipótesis de trabajo. Tenemos que militar, y exhortamos a militar, con esta conciencia política, porque, de lo contrario, estaríamos militando como punteros de izquierda. Luchamos por tener una mayor representación, ¿pero con cuál objetivo estratégico? Con el objetivo de desarrollarnos como referencia de masas para avanzar en la organización de una alternativa revolucionaria de los trabajadores. Lo más importante en la campaña electoral es tener presente que se trata de una fase preparatoria para alcanzar el objetivo estratégico del gobierno de trabajadores Lo voy a decir de otra manera: nos encontramos en la antesala política de grandes acontecimientos y queremos ser la dirección política de esos grandes acontecimientos. Seguimos un procedimiento, que es la utilización de una campaña electoral como marco de preparación política sistemática para etapas convulsivas. Recientemente, en Grecia, el partido Syriza pudo imponer una voltereta política completa, desde el llamado a rechazar el ajuste a capitular por completo frente a los ajustadores, porque a la izquierda no había una fuerza reconocida por el pueblo, anticipadamente a esta traición, que se hubiera preparado para responder a estas traiciones, por otra parte inevitables. A los que esperan que la crisis mundial los ponga en la cresta de la ola, nosotros respondemos que hay que luchar políticamente para ocupar el lugar de referente de las masas, para poder jugar un rol decisivo y victorioso cuando esa ola llegue a la cresta. Queda claro que no estamos haciendo una campaña electoral en nombre del electoralismo, ni estamos haciendo una campaña parlamentaria en nombre del parlamentarismo, sino que estamos haciendo una campaña parlamentaria en nombre del desarrollo de la dirección de la revolución socialista en la Argentina. Si no se imprime a la campaña electoral esta connotación, si no hay una conciencia de esta connotación, esta campaña electoral no tiene ninguna importancia, porque un diputado más o un diputado menos no cambia el tablero fuera de esta estrategia. Tienen significación cuando la fuerza que se está desarrollando tiene una conciencia muy clara que ese desarrollo es para postular una candidatura política a un proceso de crisis muy importante. De ahí la importancia del programa en el desarrollo de esta crisis; un programa que desarrolla la conciencia de esta crisis.
Nacionalismo burgués
El segundo punto que quiero señalar -son tres puntos, y luego haremos un debate-es que en Argentina y América Latina de un modo general esta crisis tiene una peculiaridad. En nuestros países esta crisis transcurre bajo en el marco de una nueva experiencia nacionalista, intervencionismo estatal y demagogia populista. Asistimos al fracaso de la expresión nacionalista, intervencionista, pseudoizquierdista y populista del capitalismo; es decir, la tentativa de encarrilar la crisis capitalista por medio de un intervencionismo estatal. Este fracaso representa toda una lección para el pueblo, porque significa que los llamados métodos heterodoxos de rescate del capitalismo y de protección de la economía no son una respuesta a la crisis capitalista, y los métodos ortodoxos ya no los verán porque fueron los que originalmente presidieron y desataron toda esta crisis capitalista. Este es un detalle extremadamente importante, además, porque la burguesía no pretende salir de este fracaso por medio de un retorno integral a los viejos métodos de libre mercado. No. Macri se presenta con Moyano, van a la televisión y reivindican “la asignación por hijo; el matrimonio igualitario, los planes Procrear. No se atreven a decir lo de siempre porque las llamadas recetas ortodoxas está fracasando en el mundo entero y porque temen que su aplicación los lleve a otro argentinazo. Es decir, que se bate en retirada el nacionalismo pedorro en un marco de retirada del libre empresismo igualmente pedorro, se bate en retirada el libre cambio, el libre empresismo pedorro (donde los bancos son rescatados por el estado). Una expresión de la retirada ‘ortodoxa’ es que varios columnistas del diario Financial Times, han salido a defender el programa del nuevo líder del partido Laborista, que propugna salir de la crisis con planes de obras públicas financiadas por el Estado y medidas de nacionalizaciones estratégicas. Es que con la crisis de los refugiados y la ampliación de la guerra en Siria, la crisis mundial ha comenzado a aterrorizar a la burguesía internacional. La crisis bélica es el remate y un punto culminante fundamental de toda la crisis mundial. Hasta el fascista norteamericano, Donald Trump, que insulta a los mejicanos, a las mujeres y a todo el mundo, pero propone gravar acá a los grandes capitales y exonerar a los trabajadores del impuesto a las ganancias.
Programa, reclutamiento
El sentido de esta campaña electoral es prepararnos y desarrollarnos frente a una crisis de estas características, de esta magnitud. El Manifiesto político es una hoja de ruta que tienen que tener memorizado todos los militantes del Frente de Izquierda, desde Jujuy a Tierra del Fuego. Si nosotros queremos triunfar donde está fracasando toda la izquierda de Europa, como Syriza, como Podemos, como el PT de Brasil, como tantos otros por ahí; sii nosotros queremos triunfar, tenemos que tener una respuesta sólida a la crisis capitalista, no se puede improvisar. Debemos desarrollar esta conciencia política entre los trabajadores y jóvenes más activos y despertar a la lucha política consciente a nuevas camadas. De lo contrario, sin miles de cuadros políticamente conscientes ¿quién nos garantiza que el Frente de Izquierda, incluido el propio Partido Obrero, mañana no sea Syriza, porque por la única razón por la que nosotros, mañana, no seríamos Syriza es porque habrá miles de miembros del Partido Obrero y del Frente de Izquierda convencidos de un programa, lo cual disminuirá al mínimo la posibilidad de que se desarrolle ninguna clase de Syriza bajo la presión de factores o acontecimientos adversos. La lucha para conquistar el voto para el Frente de Izquierda tiene que tener instalada esta perspectiva (…). Vamos, entonces, al tercer y último punto. La campaña electoral siempre es un arte, en primer lugar, hay que seguir su evolución, la crisis del país, el desarrollo de las peleas entre los principales candidatos y el sentimiento de la gente hacia el Frente de Izquierda: ¿hay una tendencia rupturista con los partidos tradicionales o prevalece el falso ‘voto útil? A estas disyuntivas hay que dar una respuesta. La campaña electoral es una lucha constante, no puede ser una especie de repetición de fórmulas y, por lo tanto, si no tiene un carácter militante, ¿cómo es que registramos todos esos matices del proceso político? La campaña electoral debe ser impulsada con un ojo puesto en el reclutamiento y en el desarrollo de un partido. No puede tener una metodología proselitista adversa al reforzamiento de la militancia y de los cuadros de los partidos revolucionarios que integran el Frente de Izquierda, donde la búsqueda del voto no tenga ningún carácter de principios. Es decir, tenemos que reforzar las filas partidarias, debemos crecer en filas partidarias, no sólo en votos, porque, en definitiva, el crecimiento y el desarrollo de un partido es el testimonio más agudo de cuál es la evolución de la conciencia política de los trabajadores. Son numerosas las fábricas en esta zona norte que están despidiendo trabajadores, contratados, precarios, y ahora también los trabajadores de contrato indeterminado. Hay despidos en Siderca y suspensiones en Fate ¿Cómo estamos nosotros registrando la evolución de ese núcleo de trabajadores? Porque es ahí donde está esa fuerza política, que luego va a tallar en el desenlace de una crisis. Si decimos que como “faltan 25 días que faltan para las elecciones, dejemos de lado cualquier otra consideración que no sea ganar el voto”, corremos un riesgo que nos adaptemos simplemente al electoralismo. Y después del 25, ¿a qué presión nos vamos a adaptar? ¿Y después del 1° de enero? El método político que nos va a garantizar el triunfo, ¿se puede improvisar como una ropa de gala, que uno se pone a las vísperas y se la saca a la madrugada del día siguiente? La idea que los votantes trabajadores se hacen de un partido tiene que ver con la totalidad de la presencia de ese partido, con su presencia, su manifestación más completa. Un partido que sólo busca el voto sin otra consideración, sin importarle el programa y las luchas, estaría atrayendo a trabajadores que son inconscientes de las tareas que corresponden y está manifestando ante los demás su propia inconciencia de las tareas que se vienen. Por lo tanto, la metodología de una campaña electoral es única, no se puede fraccionar; debe ser integral y sistemática: ganar votantes y reclutar militantes. El objetivo de nuestra campaña electoral es duplicar y quizás triplicar la presencia en el Congreso Nacional. ¿Tiene importancia que tripliquemos la bancada parlamentaria? Tiene importancia porque las cantidades en determinado momento se transforman en calidades. Un diputado es uno, treinta diputados no es treinta veces uno, es una potencia política; ante los ojos del país es un bloque que representa masas y masas de la población. Estar presente en el Congreso, en el marco de una gran crisis, con un fuerte bloque parlamentario, es prácticamente tener una tribuna gratis para explicarle a las masas el desarrollo y la perspectiva de la crisis que se abre. Todo eso es importante. No hay, en el planteo que les traigo, ninguna limitación en la pelea electoral a fondo, pero con una metodología revolucionaria.
Transición
Concluyo con esto: América Latina entera se encuentra en una transición gigantesca, desde Venezuela, con el chavismo que se derrumba y desde las propias filas del partido chavista llaman a formar una tercera fuerza, y una tercera fuerza en Venezuela sólo podría ser una fuerza obrera y socialista. Lo mismo en Ecuador, donde la moneda es el dólar; es una experiencia que se agota. El caso de Brasil, con una crisis fenomenal en el PT, cuyo gobierno sólo se puede salvar, según el capital financiero internacional, si aplica un programa de ajuste a muerte, y se enfrenta abiertamente a los trabajadores; hay despidos en todas las grandes fábricas, Volkswagen, Ford, General Motors, se viene la huelga petrolera en Petrobras. Hay un escenario francamente extraordinario. Miren el gobierno argentino en su crisis, que paga el barril de petróleo el 60 por ciento más que el precio internacional, subsidiando con un precio elevado a los monopolios petroleros. Aun así, YPF vale menos que lo que Argentina le pagó a Repsol. Vaca Muerta se encuentra hibernada. El gobierno de Neuquén no pudo colocar un bono por 350 millones de dólares: la “Arabia Saudita” de Argentina no pudo encontrar un prestamista. Compañeros, estamos en el prólogo, es decir preparados políticamente en la antesala de grandes acontecimientos, esto como consecuencia de décadas de lucha revolucionaria y en los últimos años. Nos proyectamos para llegar a tiempo y en forma para disputar la dirección de la clase obrera y de los trabajadores contra la burguesía y formar un gobierno de trabajadores.