K PONE LA OTRA MEJILLA

K PONE LA OTRA MEJILLA

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/17167-

Los encuestadores se encuentran empeñados en una tarea estéril: la intención de voto de los encuestados es irrelevante, porque la crisis por arriba va a modificar la grilla de los candidatos y los agrupamientos de fuerza en disputa. Al oficialismo, las cosas no le salen como quiere. La Corte acaba de suspender la desinversión que la ley de Medios le impone a Clarín, en lo que es un revés mayor para el kirchnerismo. Lejos de descalificar a sus miembros como ‘turros’, el jefe de la camarilla oficial decidió poner buena cara y felicitarlos por haber dejado en pie lo que es obvio -los centenares de artículos restantes de la norma. Lo mismo tendrá que hacer con la grilla de canales o incluso con Fibertel. El mensaje político de la Corte es que el gobierno debe ‘normalizar’ su metodología política, tal como se lo exige el conjunto de la burguesía. El asunto se repetirá con los roces que está produciendo por las evasiones impositivas de las cerealeras o con motivo de la triangulación de ventas por medio de paraísos fiscales que realizan los exportadores. Queda por ver si hará lo mismo con los pulpos mineros que lo bancan y que están primero en el ranking de la estafa al fisco. Los aprietes que los K reciben de parte de los voceros de la ‘institucionalidad’ no concluyen acá. El impensable Oyarbide acaba de acusar formalmente a Capaccioli, un recaudador K, de lavado de dinero en la campaña electoral de la Presidenta. El escenario argentino comienza a tomar formas berlusconianas. El oficialismo también perdió en las corporaciones de abogados y se quedó sin la minoría de bloque en el Consejo de la Magistratura. La mejilla que Néstor le ofreció a la Corte no es el primer indicio de que la camarilla está estudiando un cambio de frente: con motivo de la derrota de Chávez en Venezuela, K se dijo a sí mismo en voz alta, que había que “reflexionar” ante semejantes reveses. La Nación hace notar que De Vido se ha retirado de la exposición pública, más allá de los problemas familiares que lo aquejan. Es cierto que el gobierno mostró un buen desempeño con la ley de glaciares, ya que logró impedir la prohibición de inversiones mineras hasta que se confeccione el inventario de los glaciares y zonas periglaciares. Pero tuvo que dar libertad de voto en un asunto que no admite la censura de las conciencias frágiles. Pichetto, el presidente del bloque K en el Senado, aprovechó la ocasión para producir el segundo ‘voto no positivo’ en ese recinto (votó la ley que la mayoría K rechazó). La tropa se está poniendo cabrera. Los gobernadores de las provincias mineras no apreciaron la libertad de voto ni la ‘cobización’ de Pichetto. A esto hay que sumar a los intendentes y candidatos del conurbano, que se oponen a las colectoras que pide el mandamás del PJ. El trazo grueso de la crisis del oficialismo lo está dibujando Scioli, y no porque a veces insinúa lo contrario de lo que se le exige. El gobernador bonaerense lanzó un empréstito internacional en el mismo momento en que la Presidenta y Boudou califican a la tasa de interés que paga Scioli poco menos que de usuraria. Es cierto que el gobierno nacional tiene el recurso de saquear reservas del que carece Scioli, y que el endeudamiento contó con el aval de la Rosada, dentro del plan de desendeudamiento (valga la paradoja) que la Nación firmó con las provincias. Lo mismo han hecho otras provincias, la más notoria ha sido Neuquén. No obstante esto, el pedido de plata al exterior no sería posible si el gobierno nacional no estuviera cerrando el pago al Club de París y un nuevo canje de deuda; los K ni sueñan con ir por la reelección sin arreglar antes con los usureros internacionales. Los K también le están poniendo la otra mejilla al capital financiero internacional y a sus Estados. Desde afuera y desde adentro exigen el fin de la ‘emergencia económica’, por eso los K aumentan las tarifas de los servicios. La ‘reflexión’, como se ve, es honda. El problema es que un gobierno de emergencia que se ve forzado a acabar con ella, deja de representar un recurso de emergencia. El frente opositor también se agrieta de día en día: Duhalde buscando una interna de la que no participaría De Narváez, y De Narváez que rompe con Macri, mientras la UCR se fisura entre Afonsín y Cobos, y Carrió pone sus mejores esfuerzos en salvarle el pellejo al santacruceño K, Peralta -el cual aspira ahora a la reelección como premio por desafiar a la Corte, lo que promete una pelea con Alicia Kirchner, otra aspirante a comandar el feudo. Allí es probable que pierdan los dos y que ganen los radicales. Los K descuentan que dentro de los próximos doce meses seguirán soplando los vientos chinos, aunque no para el aceite de soja, que China insiste en no comprar hasta no recibir a cambio concesiones mineras y petroleras. Pero aun con este viento, los superávits fiscales y comerciales se han disipado. Por otro lado, el tema del día en el mundo financiero es la “guerra monetaria”, o sea las devaluaciones sucesivas de monedas que son alimentadas por un mercado diario de intercambio de divisas de cuatro billones de dólares. El estallido monetario internacional es la fase final de una crisis mundial. Como se ve, el escenario político no podría ser más prometedor para incentivar entre los trabajadores la conciencia de una salida obrera y socialista -a través de una resuelta agitación política que denuncie la impasse de la política burguesa y la responsabilidad del capitalismo en las penurias que agobian a los trabajadores. No hay que hacerle asco a la lucha electoral -hay que ir a buscarla. Para eso desarrollaremos con más fuerza la campaña por anular la reforma política que impide o limita la intervención del Partido Obrero, así como la de otros partidos de izquierda y centro izquierda.