PTS : YA TIENE EL TUFO DE LA DELINCUENCIA POLÍTICA

PTS : YA TIENE EL TUFO DE LA DELINCUENCIA POLÍTICA

Los ataques del PTS a Marco Ferrando y a Progetto Comunista, la organización de la CRCI en Italia, ya tiene las características de la delincuencia política. A Marco Ferrando le fue retirada la candidatura al Senado, en representación del Partito della Rifondazione Comunista, cuando defendió el derecho a la rebelión del pueblo iraquí, incluso contra las tropas de su propio país, las italianas. La proscripción política contra él fue adoptada en forma anti-estatutaria por el PRC, con la oposición de la Comisión de Garantías del propio partido.

A pesar de todo esto, el PTS insiste en una posición infame, más que por lo pérfida por lo capciosa. Dice que si Ferrando hubiera sido electo habría votado la investidura del gobierno Prodi en el caso de que la coalición Unione, donde se encuentra el PRC, ganase las próximas elecciones, el 9 y 10 de abril. Alega que hubiera debido acatar la disciplina partidaria. En síntesis, a Ferrando lo delataría la circunstancia de haber aceptado una candidatura — incluso haberla reclamado. Los del PTS ocultan que todas las fracciones minoritarias del PRC (41% de los afiliados) venían reclamando este derecho desde hacía varios años.

En el diminuto cerebro de los detractores no les cabe la idea de que Ferrando hubiera podido desobedecer la ‘disciplina’, considerando que va contra sus principios. “Tenemos pruebas de lo contrario”, dicen los aprendices de delincuentes políticos. ¿Cuáles? “Ricci” — responden, o sea las afirmaciones de “Ricci”, quien dice haber escuchado la promesa de fidelidad efectuada por Ferrando a Bertinotti, el secretario general del PRC — que luego le quitó la candidatura. “Ricci”, en realidad, se delata a sí mismo, porque fue el único miembro de la Comisión de Garantías que no acompañó a los otros seis, la mayoría de los cuales son bertinottianos, en el voto de rechazo a la proscripción de Ferrando por anti-estatutaria. El tal “Ricci” hizo un bloque de hecho con los que atacaron a Ferrando por defender el derecho a la rebelión del pueblo iraquí. Ferrando fue despojado de su candidatura por una decisión individual o ‘caudillesca’ de Bertinotti, violando la norma que exige convocar al Comité Político que había votado la candidatura de Ferrando. Sólo a un pichón de delincuente político se le puede ocurrir atacar la conducta de un militante con una trayectoria de lucha de más de treinta años sobre la base de un falso testimonio — el único a mano.

No hace falta recurrir a los ‘Ricci’ para resolver estas cosas. En la edición de El Obrero Internacional de la semana pasada se publica la declaración de aceptación de la candidatura en la reunión del Comité Político del PRC, por parte de Progetto. Solamente los delincuentes políticos alimentan al público con chimentos. Pero hay algo más, porque el susodicho ‘Ricci’ votó con sus diez dedos la Tesis Política del último congreso de Progetto — el 8-9-10 de enero pasado. Esa tesis fue escrita por Ferrando y define en forma milimétrica la conducta a seguir en el caso de que el PRC ingrese al gobierno Prodi, concretamente la ruptura. Para sorpresa de los delincuentes, seguramente, el único que se opuso a esa tesis fue el representante del Partido Obrero en el Congreso, o sea el que firma este artículo (ya había señalado esta misma posición el año pasado en una charla en la Facultad de Farmacia, ante preguntas de militantes del PTS). La denunciamos como ultimatista y señalábamos que predeterminaba una posición con abstracción de la situación política en su conjunto en Italia, o sea que se votaba una “cláusula gatillo”. Aun tenemos la expectativa de que se corrija esta posición del Partido Obrero, que ‘Ricci’, el impostor, le copió a Ferrando, el autor del texto, aunque nunca con la pasión y la energía que puso Ferrando en defenderla. Nada de esto es desconocido para los militantes de la CRCI ni del Partido Obrero, porque esos documentos ultimatistas contra un ingreso al gobierno Prodi y nuestras críticas fueron publicados en los boletines internos internacionales de octubre y noviembre del año pasado, y discutidos con amplitud por todos los militantes. Hasta el PTS está al tanto, porque los índices de esos BI fueron publicados en Prensa Obrera (una norma que adoptamos para que ningún militante desconozca la salida de los boletines internos). Los del PO pensamos que el ingreso del PRC al gobierno Prodi debe ser rechazado y repudiado pero que no alcanza para determinar una ruptura con el PRC. En el Congreso de Progetto, los ‘Ricci’ sostenían que había que votar al PRC, en las elecciones del 9 y 10 de abril, y retirarse automáticamente del PRC, exactamente el 9 de mayo, a las 15 horas, cuando se suponía que Prodi asumiría el gobierno con ministros del PRC. En nuestra opinión, una ruptura debía estar vinculada al trabajo político de conjunto y a la evolución de la situación política de Italia y especialmente de sus masas. De no seguir este método, esa ruptura será infructuosa y aislada, sin repercusión entre los obreros más avanzados. Por eso es necesario continuar con la agitación contra el ingreso al gobierno y luego por la ruptura con ese gobierno. Contrastando la política anti-obrera del gobierno de la Unione con las masas, esa agitación debe servir para agrupar a una masa decisiva de militantes del PRC, de la izquierda revolucionaria y de los obreros antiburocráticos y combativos de CGIL. En definitiva, frente a una tonelada de documentos, debates internos, congresos, votaciones y una declaración política especial, los burócratas del PTS citan como testigo clave de sus infundios a ‘Ricci’. Con una falta total de escrúpulos, echan lodo sobre el revolucionario que desató las iras de todo el ‘establishment’ italiano por haber defendido la rebelión iraquí contra Italia. Ahora, los ‘Ricci’ que clamaban por votar al PRC han anunciado que votan en blanco, con la clara intención de seguir explotando y agudizando una lucha faccional contra Progetto.

Como muchos lo saben, cuando llegue el jubileo se curarán todos los males de la humanidad, menos la estupidez o la obtusidad, que por definición no puede dar cuenta de lo que la aqueja. Esta delimitación sirve para poner de manifiesto el carácter político liquidacionista del PTS.

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/3564-