VERBITSKY ES UN IDIOTA

VERBITSKY ES UN IDIOTA

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/201-

Verbitsky ha salido en apoyo a la nominación de Juan José Alvarez para la Secretaría de Seguridad del gobierno de Ibarra con el argumento de que el susodicho nada tuvo que ver con los asesinatos del 26 de junio de 2002 en Puente Pueyrredón. Alega para sustentar su posición que Alvarez se había enfrentado poco antes de esos hechos con el pampeano Rubén Marín y el salteño Juan Carlos Romero, que exigían que el gobierno ‘hiciera de goma’ a los piqueteros. Alvarez, insiste Verbitsky, formaba parte de una minoría del gobierno de Duhalde que se ‘oponía’ a la represión. Verbitsky no repara siquiera en el contrasentido de sus propias palabras, pues ningún ministro de Seguridad, en ningún lugar del mundo, podría ser un opositor a la ‘represión’. ¡Para qué diablos, cree este intelectualoide, existen los ministerios de Seguridad! Los coqueteos casquivanos de Verbitsky con el marxismo, no le han alcanzado para dotarlo de un mínimo de lucidez. De acuerdo a los ‘parámetros’ de Verbitsky, el gobierno de Kirchner, por ejemplo, no es de ningún modo represor, a pesar de que tiene a veinticuatro piqueteros y obreros detenidos y a cinco mil luchadores procesados. Lo que hace Kirchner no es ‘reprimir’ sino ‘hacer cumplir la ley’ y ‘dejar que actúe la Justicia’, o sea garantizar la vigencia del ‘estado de derecho’.

Sin embargo, si las cosas fueran como las describe Verbitsky, las fechorías de Alvarez serían aún más graves que las que se le atribuyen. Ocurre que en los dos días subsiguientes a los crímenes del puente, Alvarez fue quien con más énfasis sostuvo que las muertes debían ser atribuidas a los piqueteros que, según él, iban armados, y no a la ‘Bonaerense’. Es decir que cometió el peor de los crímenes, que es el de encubrir al asesino y el de obstruir la justicia. Basta imaginar lo que cualquiera pensaría hoy de quien tratara de suprimir las pruebas que incriminan a Chabán, para obtener la caracterización política exacta de Alvarez. Cuando se conocieron las fotografías que señalaban la responsabilidad de la Policía en los crímenes contra Kosteki y Santillán, el ‘estado de derecho’ y su cultor quedaron expuestos como simples patrañas. Añadamos lo siguiente: al día de hoy los responsables materiales se encuentran sin juicio ni condena y los políticos fueron ascendidos a la presidencia del Mercosur, unos, y a delfines bonaerenses de Kirchner, otros, como es el caso del gobernador Solá.

Pero Verbistsky no se gana la distinción de idiota por desconocer o disimular la historia reciente más elemental. Es un idiota porque, incluso si sus mentiras y distorsiones no fueran tales, Alvarez llega al gabinete de Ibarra no por su calificación de técnico en seguridad. No llega como el ministro impoluto de la ‘minoría’ del ex gobierno de Duhalde sino como agente del propio Duhalde, o sea de la ‘mayoría’ de aquel gobierno. No como el representante de la represión ‘por derecha’ sino como el peón de la derecha represora. Viene acompañado por otro experto, su sub-secretario, que no es otro que el asesor de Macri en materia de seguridad. A Verbitsky no se le escapa, por idiota que sea, que Macri ha reclamado en numerosas oportunidades que es necesario ‘hacer de goma’ a los piqueteros.

Pero ¿se puede aceptar el calificativo de ‘idiota’ aplicado a una posición política, como ocurre en este caso con Verbitsky? Por regla general, no. Pero cuando se asiste al desagradable espectáculo de ver todos los domingos a un periodista censor de otros periodistas, en la tarea de defender a Kirchner como alternativa a Duhalde, o de presentar a la Cristina del primero como el ‘arma de destrucción masiva’ de la portadora del apellido del segundo, es inevitable concluir que sólo un idiota puede saludar el copamiento del gobierno de Ibarra por Duhalde y por Macri. Los Verbitsky son los ‘idiotas útiles’ de la política argentina que, pretendiendo defender la democracia con los Ibarras y los Bielsas, concluyen aceptando siempre el copamiento de la derecha como un ‘mal menor’.