GOLPE DE MERCADO
nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/54413-
Los anuncios de que el FMI estaría armando un paquete de rescate preventivo para la Argentina, son un mal augurio. Cuando recientemente, primero en Indonesia, luego en Rusia y por último en Brasil, se efectivizó un planteamiento similar, ello sólo sirvió para precipitar una fuga de capitales y finalmente la bancarrota. La devaluación indonesia generalizó la crisis en Asia; la rusa amenazo incluso la estabilidad bancaria en Estados Unidos; la brasileña dejó por lo menos a la Argentina en ruinas -y es el precedente inmediato de la actual cesación de pagos local.
Pero aún más que en los casos relatados, la crisis argentina tiene una dimensión internacional. Es que se encuentra vinculada a una suba espectacular de la sobretasa que pagan los activos de riesgo de las grandes corporaciones norteamericanas -unos 600 puntos por encima de los bonos del Tesoro–. El último informe trimestral del FMI alerta acerca de que el riesgo de estos activos es superior en la actualidad al de los títulos de los países emergentes. El FMI tiene tantas menos posibilidades de ‘rescatar’ a la Argentina cuando una ola de incumplimiento de pagos se propaga a nivel internacional. Las soluciones de corte fondomonetarista están doblemente agotadas, porque no pueden ni Argentina ni el Fondo. Esta nueva fase de la crisis mundial pone al descubierto el fracaso de las grandes operaciones de fusiones y adquisiciones de empresas, que se hicieron recurriendo a un gigantesco endeudamiento internacional.
Las medidas que acaba de anunciar el gobierno de la Alianza frente a la crisis son tanto más incongruentes cuanto que chocan con otras medidas dictadas con el mismo fin. Lo demuestra así la decisión de tomar fondos de las AFJP para financiar el pago de la deuda pública, cuando una reciente ley reservó esos mismos fondos para un llamado plan de infraestructura. Esta anomalía permite concluir que los acreedores le han ganado de mano al ‘grupo productivo’ a la hora de volcar los aportes jubilatorios de los trabajadores al sistema privatizado.
Obviamente, la disputa por los fondos de las AFJP se convierte necesariamente en disputa por el poder. A William Rhodes, presidente del Citibank, se le adjudica una gestión en el país para que De la Rúa continúe al frente del gobierne. En el coloquio de idea, en Mar del Plata, se oyó hablar de golpe de Estado. El agotamiento del ajuste arrastra al régimen que lo prohijó como vía para satisfacer a los usureros internacionales.
La crisis del Senado desemboca ahora, entonces, en una crisis en regla. Las alternativas, varias, se resumen en estas dos: o un golpe de mano de los grandes capitalistas para establecer un gobierno autoritario y reforzar el Estado policial, o el traspaso del poder a una Asamblea Constituyente libre y soberana.