LA IV INTERNACIONAL SALE DE LA EXPERIENCIA DE NUESTRA CLASE

LA IV INTERNACIONAL SALE DE LA EXPERIENCIA DE NUESTRA CLASE

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/53922-

“(…) La gente tiene que ver en la calle cómo se construye la IVª Internacional. No estamos inventando nada. Fue con estos métodos que actuaron los revolucionarios que construyeron la IIIª Internacional y la IVª Internacional. En todo caso, los adecuamos a nuevas circunstancias, a factores cambiantes, pero seguimos una tradición histórica. Son los métodos de Marx en la revolución europea de 1848. Nosotros tenemos una historia que reivindicar. Cuando digo nosotros, no digo el Partido Obrero; ni siquiera digo tampoco los trotskistas. Cuando digo ‘nosotros’ son los trabajadores de todos los países que hicieron todas esas revoluciones y construyeron todas esas Internacionales. Es la experiencia de nuestra clase. ¡Qué trotskismo ni trotskismo! El trotskismo no reivindica para sí ninguna ideología particular. El trotskismo se limita a recoger y desarrollar en forma consecuente la experiencia de la lucha del proletariado mundial en dos siglos y en cinco continentes. Eso es lo que es el trotskismo; no una ideología particular; no una preferencia; no una moda.

“Entonces es una internacional de acción que pasa a una fase de desarrollo más rica. Y mientras lucha, está viva. Y mientras viva, va a crecer. Y también va a sufrir como sufren los adolecentes y los que dejaron de ser adolescentes. El que no sufre, no crece. El problema es que hay dos actitudes ante la derrota y los reveses, y dos actitudes frente al sufrimiento. El que se paraliza porque no tiene condiciones de enfrentarlo y el que trata de asimilar y sacar conclusiones sabiendo que es una nueva oportunidad que le da la vida de poder vivir. Nosotros tomamos esta ley fundamental de la existencia humana llevada al campo de la política.

“Este es el panorama que trazamos. Estas son nuestras convicciones. Y las decimos a un público amplio de militantes, de curiosos, de amigos” (…).

Del discurso de Jorge Altamira en “La Bombonerita”