GANÓ DUHALDE, PERO OCTUBRE ESTA LEJOS

GANÓ DUHALDE, PERO OCTUBRE ESTA LEJOS

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/52850-

Contra su costumbre, el diario de la oligarquía no tuvo ninguna palabra para advertir acerca de los ‘peligros’ que podría representar el ‘populismo’ que se le adjudica a Duhalde, quien se dedica desde hace un tiempo a atacar al ‘modelo’, mientras lo defiende, y a resucitar la ‘justicia social’, pero sólo de boca para afuera. Es sugestivo también que La Nación tuviera palabras de elogio para el proceso electoral del PJ, a pesar de que es sabido que la mayor parte de los votantes concurrió a votar en forma compulsiva, bajo la amenaza de perder los ‘planes Trabajar’ o de ‘empleo’. Pero como diría Menem, qué le hace una raya más a la cebra: con el categórico triunfo de Romero en Salta, que se valió de los mismos recursos pero en una medida todavía mayor, Duhalde tuvo el domingo pasado un cartón lleno.

¿Se puede decir, entonces, que ya marcha viento en popa hacia las presidenciales y, todavía más, que ha logrado recuperar al electorado popular del peronismo?

 

Un recambio con muchos problemas

La alegría de Duhalde podría ser aún mayor si se considera el derrumbe que sufrió la Alianza en Salta, a pesar de su coalición con el Partido Renovador, que en el pasado supo derrotar por sí solo al justicialismo. A pesar de la recorrida que De la Rúa y Alvarez hicieron por la provincia, no pudieron evitar quedar a casi veinte puntos del PJ. Si se confirma que los votos en blanco habrían alcanzado un 7% del padrón, el desastroso resultado de la Alianza estaría demostrando que ya sufre las consecuencias de su falta de independencia respecto de la política económica fondomonetarista y de sus contradicciones internas.

Sin embargo, el estallido de la rebelión educativa ha demostrado que para Duhalde el camino a octubre está pavimentado por los obstáculos que presenta el derrumbe político y económico del régimen menemista. Queda al desnudo esta bancarrota cuando se comprueba que la poda al gasto educativo obedece, más que a los planes de privatización de la enseñanza, a la quiebra fiscal y a la posibilidad de una cesación de pagos. Roque Fernández hizo algo más que un chantaje cuando advirtió que Menem puede concluir su mandato como lo hizo Alfonsín, o sea a las‘apuradas’. El corte presupuestario afecta a las provincias, a la salud y a los jubilados. El déficit fiscal puede alcanzar a fin de año los diez mil millones de dólares, lo cual equivale a casi el 20% del presupuesto y sería cinco veces más alto que la previsión original establecida con el FMI.

La rebelión educativa provocó también el recule del gobierno que, aunque limitado a los gastos de las universidades, no deja de ser menos significativo. La llamada ‘comunidad internacional’, o sea los usureros del capital financiero, ya saben desde ahora que Menem no tiene condiciones para imponer el ‘ajuste’, el cual exige mucho más que un‘recorte’ educativo. Ese recule fue instigado por el duhaldismo, quien se anticipó asegurando que financiaría a las universidades bonaerenses, pero haciendo omisión de todas las otras podas y de la rebaja de sueldos que él mismo acaba de imponer en la provincia. Se pretende salvar la mayor parte del ‘ajuste’ mediante concesiones a los rectores, es decir, a la Alianza.

¡Pero todavía está pendiente el aumento a los docentes, que de ningún modo podrá satisfacer el impuesto a los autos! Todavía están pendientes numerosas reivindicaciones relativas a la falta de espacio para estudiar, tanto en las universidades como en las escuelas. Decibe tuvo tiempo de denunciar, antes de irse, que el ‘recorte’ educativo hacía inviable su ‘reforma’ privatizadora porque se le quitaban fondos para construir las escuelas necesarias para poder atender el último ciclo del básico.

Decibe encarnó la ‘reforma educativa’ impuesta por el clero en el congreso ‘pedagógico’ de 1987 y por el Banco Mundial. Su renuncia puso de manifiesto la crisis de todo el proceso de privatización de la enseñanza, al cual la Alianza y la burocracia de Ctera estuvieron apostando hasta último momento. La tenaza de la deuda externa y del saqueo del fisco (reducción de aportes patronales, ‘socorros’ bancarios, trabajo en negro) estrangula las posibilidades de los docentes, de los presupuestos educativos de las provincias y del financiamiento de la ‘reforma educativa’.

Pero recién estamos en mayo…

 

La oligarquía también grita

Desde mucho antes de la devaluación brasileña, la economía argentina se encuentra en recesión; la desocupación crece sin parar —sólo que la estadística no lo registra debido a los ‘planes Trabajar’. Pero para fin de año se prevé un gran aumento de los porcentajes. La re-reprivatización de YPF dejará otros varios miles de petroleros en la calle.

Las crisis asiáticas y rusa y las cascadas de devaluaciones han puesto definitivamente al desnudo el fracaso de los planes menemistas y la inviabilidad de la llamada ‘estabilización’. Caen las exportaciones y la deuda externa sube; entre amortizaciones e intereses consumirá este año unos 20.000 millones de dólares. Los monopolios nacionales no pueden hacer frente a sus propias deudas. El grupo Soldati acaba de anunciar que no puede pagar nada de su deuda de 250 millones; el Banco Nación ha tenido que salir a socorrer a Alpargatas, no sin que ésta antes se despojara de muchos de sus activos. ”Abruptamente”, dice La Nación en un artículo dedicado a quejarse por la‘desnacionalización de la economía’, ”la fiesta terminó. Y llegó la hora de pagar las cuentas” (9/5).

“Roggio”, cuenta, ”dice que un país sin empresas no es un país, es una colonia”. ¡Qué tal! El sentimiento patriótico aflora con las estrecheces de la caja. Soldati protesta porque ”llegaron a pedirle un 17 por ciento de interés”; ”nuestra prima de riesgo país es enorme”, se queja Jorge Aguado, del grupo Macri. La Nación detecta un ”giro hacia lo nacional”. La crisis entonces es colosal. ”Jorge Todesca, cercano al equipo de Duhalde”, dice que, salvo ”el Banco Nación y el Provincia”, el resto de la banca ”no está comprometida con el crédito”. ¿Conclusión de esto? Sólo Duhalde y ‘sus’ bancos podrían salir al rescate de la oligarquía en quiebra. Lo que no dice Todesca es que esto llevará a la quiebra de esos bancos, o sea a la hiperinflación.

Si el empantanamiento político y económico no fuera tan agudo, los ruralistas no estarían amenazando con nuevos‘paros’; no habría tractorazos ni cortes de rutas promovidos por las propias patronales. Los de abajo no aguantan más, pero tampoco los de arriba pueden gobernar como lo venían haciendo, aun cuando pretenden seguir haciéndolo de la misma manera.

Falta un largo tranco para octubre…

 

Chau Menem, hola crisis política

Ahora está más claro que Menem no estaba buscando con la re-re sólo su seguridad personal; también era consciente del peligro de terminar mal su mandato. El derrumbe del menemismo es una hipoteca que Duhalde y la Alianza deben aceptar sin beneficio de inventario.

De esta manera, lo que los periodistas llamarían ”el tramo final de la campaña electoral” es, en realidad, una fase terminal de la crisis política. No sólo el gobierno actual queda atrapado en ella; lo están también sus sucesores, que con esto ponen en juego sus propias candidaturas.

La rebelión educativa es también altamente instructiva en este punto, porque ha puesto de manifiesto una conciencia política más clara de parte de un sector del pueblo. Cualquiera ha podido constatar que los estudiantes atacaban no solamente a Menem sino también a Shuberoff. Para la Alianza, la movilización estudiantil es un presente griego; se afanará más que el propio menemismo por ponerle un fin. El recule del gobierno, aunque limitado, expresa la conciencia del conjunto del régimen acerca del peligro que les significa este movimiento del alumnado universitario y secundario y de los docentes y profesores. Es decir que, juntamente con la crisis política, emerge un avance de la conciencia, de la movilización y de la organización del pueblo.

Es decir que estamos ante un proceso político altamente cambiante y volátil. Todas las perspectivas están abiertas. Pero no pueden ser aprovechadas por el limitado ‘discurso’ electoral. Las masas necesitan una salida. Esta sólo puede resultar de la organización y de la movilización. La cuestión de la huelga general está planteada. Para acabar con los despidos, con la miseria salarial y de las jubilaciones, con la desocupación, con la destrucción de las conquistas obreras, o sea con la flexibilidad laboral, la liquidación del sistema jubilatorio, los convenios de trabajo, la privatización de la salud y de la educación.

Los planes del FMI han inviabilizado el desarrollo nacional y han puesto en peligro mortal a su propio régimen político obsecuente, al igual que lo que ocurriera en tantos otros países. La ruptura con el FMI, sin embargo, le queda muy grande a Duhalde o a la Alianza. Es decir que uno y otro son inviables.

Estamos en mayo…