1° DE MAYO
nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/51813-
La decisión de la Alianza y en especial del Frepaso de votar la ley de flexibilidad laboral, significa que se ha establecido un polo capitalista homogéneo contra los derechos de los trabajadores. El mismo alcance lo tiene su reciente rechazo a la anulación de las leyes de impunidad. Para ratificar esta conclusión política sólo habría que agregar el indisimulado apoyo del vocero económico de la Alianza, José Luis Machinea, a los reclamos de los pulpos exportadores y en particular de Techint, o la disposición de Graciela Fernandez Meijide para reclutar un eventual equipo económico entre los calculistas de la Fundación Mediterránea. La aspereza de los ataques personales que se prodigan el oficialismo y la oposición, es un testimonio de la falta completa de divergencias programáticas.
Frente a este polo político capitalista, los trabajadores carecen de una alternativa política propia. Realza aún más este hecho la extrema crisis del peronismo y la posibilidad de su división. El peronismo se ha agotado hace tiempo como factor de movilización popular tras un planteo de independencia nacional. Su hundimiento histórico, demora en ser superado por la estructuración política independiente de la clase obrera.
El reciente rechazo del Mta y de la Cta a la decisión de la Alianza de apoyar la flexibilización laboral, demuestra que incluso las burocracias afines a la oposición reconocen su transformación en representante de los grandes capitalistas. Pero los dirigentes sindicales opositores se niegan a sacar las conclusiones elementales de esta situación, o sea, que deberían impulsar la formación de un partido propio de la clase obrera. Por el contrario, insisten en la perspectiva del duhaldismo o el Frepaso.
De cualquier manera, los que más sienten la falta de un partido son las masas de trabajadores ocupados y desocupados. Es entre sus luchadores y activistas que debe germinar el impulso de construir un partido propio independiente de los partidos y del Estado capitalistas. Para que se organice y fructifique la resistencia a la ofensiva neo-liberal es necesaria una nueva dirección y para esto el desarrollo de un polo político de la clase obrera. La vanguardia de los trabajadores necesita una perspectiva de conjunto para avanzar en la tarea de organizar a la base de los trabajadores, recuperar sus organizaciones y producir una dirección combativa y consecuente.
Es lo que plantea este 1° de mayo.