LA ALIANZA SE MENEMIZA Y EL PERONISMO SE DIVIDE

LA ALIANZA SE MENEMIZA Y EL PERONISMO SE DIVIDE

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/51757-

¿Se acuerda cuando hace tan poquito tiempo atrás, Alfonsín llamaba a tomar las armas contra la re-reelección y la Alianza asustaba con una eventual”resistencia civil”? Pues pasó lo que tenía que pasar: la Alianza archivó los cuchillos, dejó de lado el prometido cacerolazo, canceló la tan cacareada marcha a Santa Fe y hasta se olvidó de la re-reelección. Excusa típica de aliancista, sus dirigentes alegan que este asunto no es prioritario en las encuestas de opinión pública. Federico Storani eligió este recule completo de la Alianza para ir incluso más lejos, como ”sostener que no se opone a un nuevo mandato si se modifica la Constitución” (La Prensa, 12/4).

¿Pero acaso el ‘golpe de estado jurídico’ re-reeleccionista fue derrotado o se encuentra pinchado? Por supuesto que no. Lo que pasa es que la conspiración re-reeleccionista se encuentra transitando todavía la etapa de asegurar el apoyo del capital internacional y del gobierno norteamericano, y no es esto lo que la Alianza va a denunciar. Menem, por ejemplo, está marchando a toda velocidad hacia un acuerdo jurídico con los ‘kelpers’ y los ingleses, que permita entregar la plataforma submarina en litigio, a la explotación petrolera internacional, como uno de los puntos claves de la conspiración re-reeleccionista. El acuerdo en torno a fórmulas que dejen entrever una suerte de ‘soberanía compartida’ va a ser intensamente utilizado para conseguir el respaldo de Clinton y de Blair. La Alianza no ha encontrado, sin embargo, un sólo espacio, entre los que con abundancia le ofrecen los medios, para denunciar esta descomunal entrega que viola incluso la letra de la Constitución nacional.

Lo mismo vale para la reciente reunión de Menem con el Consejo Empresario (Clarín, 10/4) en la que les prometió que vetaría los artículos de la ‘reforma laboral’ que critican las patronales, en un procedimiento inconstitucional similar al que utilizó con otras leyes, por ejemplo, la que privatizó las jubilaciones.

La conspiración política del menemismo se manifiesta tambien en la decisión de pasarles subsidios a los intendentes, pasando por encima de las gobernaciones, para armar la red re-reeleccionista. O de entregarle a Palito Ortega la ‘caja’ de la asistencia social. Menem quiere enchufarle al país un plan de autopistas, confeccionado a la medida para las grandes constructores internacionales, que será pagado durante muchos años con un impuesto adicional a las naftas. Aunque los constructores ‘nacionales’ se oponen, Menem está seguro de que conseguirá asociarlos con los pulpos del exterior.

Menem conspira abiertamente con los radicales Verani, Maestro y Mestre. Un vocero menemista asegura en La Razón (13/4) que si De la Rua no sale candidato de la Alianza, Mestre aceptaría ir como vice en compañía de Menem. Lo que ya ha ocurrido es que el cordobés logró dividir a la Alianza en su provincia, poniendo de su lado al ‘pyme’ nacional y popular, Humberto Volando, el que objetivamente se ha convertido en un re-reeleccionista por lo menos potencial.

La Alianza argumenta que sólo puede oponerse a los procedimientos inconstituciones de Menem, no a sus maniobras políticas. Pero el conjunto de la conspiración menemista apunta a preparar una solución de fuerza, aunque se revista de procedimientos electorales. Es una conspiración anti-constitucional, como en el caso de Malvinas o el veto parcial de leyes. Lo principal, sin embargo, es que la re-relección pretende perpetuar a un gobierno reaccionario, a lo cual es una obligación oponerse por todos los medios, incluso acelerando el final del gobierno menemista.

 

Se junta a la conspiración

Pero la Alianza prefiere juntarse a la conspiración en lugar de combatirla. ”Coincide”, por ejemplo, con ”el diagnóstico del FMI”, aunque se opone a‘enfriar’ la economía porque pretende que se subsidien las exportaciones de los Techint, YPF, Pérez Companc, Fortabat, Macri, etcétera. Pero el gobierno porteño de De la Rua acaba de decir que quiere convertir a Buenos Aires en un ‘centro financiero’, para lo cual dará más rienda a la especulación inmobiliaria y procederá a la privatización del Banco Ciudad mediante la venta de parte del paquete accionario y la cotización en la Bolsa. El gobierno aliancista ya es socio de la especulación internacional con su colocación de títulos de la ciudad en los mercados del exterior.

¡Hasta ”Cavallo festeja que Meijide convoque a sus técnicos” (La Prensa, 12/4), es decir a la Fundación Medirerránea! Tambien Cavallo opina que no hay que ‘enfriar’ la economía, o al menos no hacerlo subiendo las tasas de interés. Porque es necesario que se diga que el punto clave del ‘enfriamiento’que recomienda el FMI es el establecimiento de un impuesto a los ingresos a partir de los 700 pesos mensuales y la extensión del IVA a la salud, etc. Ni Cavallo ni la Alianza denuncian el ‘enfriamiento’ vía impuestos directos a los obreros; denuncian el ‘enfriamiento’ vía aumento de la tasa de interés.

Claro que Cavallo tiene la suficiente orfandad electoral como para necesitar acercarse tambien a Duhalde. Este le acaba de entregar a los cavallistas clericales el quebrado Banco de Crédito Provincial y a otra parte del cavallismo la dirección del Banco Provincia. Así es como se comporta el gobernador ‘del pueblo’. De cualquier manera, el partido de Cavallo si no está nocaut se encuentra por lo menos ‘groggy’, porque mientras el ex zar económico se acerca a unos y otros, su socio Béliz está pensando en volver al peronismo con Duhalde. Luego del fracaso de Rico, el de Cavallo-Béliz está demostrando que las patronales no tienen nada realmente nuevo que ofrecer.

 

La división del peronismo

Mientras Menem se esfuerza por dividir a la Alianza explotando todas las incoherencias de ésta, una posibilidad incluso mayor es que consiga dividir al propio peronismo. Está decidido a pelear la interna a Duhalde y, como parte de esto, acaba de nombrar al rival del bonaerense como secretario de Estado.

En el caso del enfrentamiento Menem-Duhalde, la disputa de intereses económicos es sobresaliente. Menem es la cabeza de playa de una gigantesca penetración bancaria y financiera norteamericana, mientras que Duhalde ha logrado reunir a capitalistas nacionales y extranjeros en torno al Banco Provincia. La pelea es por el acaparamiento de los principales bancos estatales.

El asunto fundamental, sin embargo, es que la nueva experiencia de gobierno peronista está agotada para las masas. El nuevo estallido económico que pronostica el FMI no encuentra una respuesta o salida por parte de ningún sector patronal. Pero la crisis continúa agravando la situación de las masas, mientras que los déficits financieros impiden al gobierno recurrir a la ‘ayuda social’. Para peor, el capital internacional pone el grito en el cielo contra cualquier ‘tentación’ de ‘populismo’. El empantanamiento de la política capitalista no podría ser mayor.

Trabajadores

La menemización de la Alianza, que se ha convertido en segundo violín del FMI, ha provocado el fracaso de las estrategias ‘opositoras’ del MTA y de la CTA. Nadie puede decir, como hasta hace poco lo hacían Marta Maffei o Victor de Gennaro, que ”el escarmiento vendrá de las urnas”. Este fracaso ha creado una situación de inmovilismo político completo entre los trabajadores —sea en los que confiaban en la ‘oposición’ aliancista, sea en los que acaban de romper con el peronismo sin haber encontrado aún un camino propio.

Esta crisis política en las masas, que sin embargo no pueden rehusar ir a la lucha como consecuencia de los ataques del gobierno, es una oportunidad para desarrollar con la mayor profundidad posible la necesidad de una alternativa política de la clase obrera; la necesidad de desarrollar un fuerte partido obrero; la necesidad, para ello, de que las organizaciones partidistas y no partidistas de los trabajadores se unan en una lucha práctica común y en una estrategia política de clase contra el imperialismo y contra las patronales, para acabar con el gobierno menemista y para acortar las posibilidades políticas a los candidatos a sustitutos de la ‘oposición’.

A las organizaciones que han visto naufragar su política ‘opositora’, las llamamos a romper con los partidos patronales y a impulsar un frente político-reivindicativo de los trabajadores.