LA ASAMBLEA NACIONAL DIO UNA SALIDA
nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/50895-
En nombre del Partido Obrero, Jorge Altamira cerró la Asamblea Nacional. Altamira comenzó reivindicando que la Asamblea Nacional había discutido ”una salida a la situación desesperante de nuestras masas provocada por este infierno capitalista”, un plan de acción y la organización para lograrla. Esto, dijo, resalta los lazos profundos que nos unen con las masas y caracterizó como un crimen la negativa de la izquierda a convocar en común la asamblea.
Altamira enfatizó que en ningún otro ámbito del país se discute una salida, y ridiculizó ”a los que se llenan la boca con los fogoneros, ‘alentándolos’, diciéndoles que son el ejemplo, sin molestarse en ayudar a superar los obstáculos que se les oponen y los paralizan”, cuando ”el deber del luchador es ayudar al compañero que lucha a encontrar el camino para la victoria, el paso siguiente al que se dio”.
Un programa y una organización para los desocupados
Altamira dedicó una buena parte de su discurso a defender la consigna, ”mínima pero vital”, de un subsidio de 500 pesos para los desocupados a partir de los 16 años, y a denunciar a los que la atacan.
Denunció la responsabilidad social de la burguesía por el desempleo masivo, y señaló que ”si no pueden dar trabajo, que entreguen los medios a los trabajadores, que nosotros nos encargaremos”.
Denunció la oposición de la burocracia a esta consigna y fue aplaudido cuando recordó la lucha que tuvieron que librar los compañeros de la Coordinadora de Desocupados de Neuquén en el congreso de la CTA para imponerla.
Denunció que el ‘plan de empleo’ de Duhalde apunta a poner al servicio de los patrones al millón y medio de desocupados de la provincia en condiciones que retrotraen a la esclavitud. Desmenuzó el significado de los ‘planes’ dirigidos a los ‘jefes de familia’, algo en lo que coinciden Duhalde, la CTA y la Iglesia: la sumisión de la mujer y de los jóvenes.
Al mismo tiempo, ridiculizó el infantilismo izquierdista que se opone al subsidio porque dice que su objetivo es ‘tirar abajo al capitalismo’. Dejó en claro que para tirar abajo al capitalismo, ”tenemos que evitar la degradación del obrero, porque un obrero degradado no tira abajo al capitalismo”. ”Imponerle derechos al capitalismo por medio de la lucha, y así, peleando, montar las personalidades, la fuerza moral, la organización, la convicción en el futuro y el optimismo, que son los factores que llevan a los explotados a la victoria”.
La única crítica a esta consigna, ironizó, es que digan que el capitalismo no pueda darla. Entonces, dijo, ”hay que meter la mano en la bolsa del beneficio de los capitalistas y sacar lo que necesitan nuestras familias”.
El subsidio, recordó, es apenas una salida de emergencia; en la perspectiva de una completa reorganización social, Altamira planteó la consigna del reparto de todas las horas de trabajo entre todos los trabajadores.
Señaló también el temor de la burguesía a la organización de los desocupados. Y que el paso siguiente es unir nacionalmente a los distintos movimientos y coordinadoras, con el objetivo de organizar una Marcha nacional de la desocupación contra el hambre, ”no en colectivo, sino a pata, desde La Quiaca y Tierra del Fuego a Plaza de Mayo”. Finalmente, resaltó la importancia de la resolución de convocar a un Congreso regional de desocupados en Neuquén y Río Negro, con delegaciones fraternales de todos los movimientos de lucha de los desocupados.
Elecciones
“En la asamblea se resolvió que vayamos con candidatos de los desocupados, los jóvenes y los obreros a las elecciones nacionales, y ante esto nos acusan de electoralistas”, resumió Altamira.
Con un lenguaje mordaz, denunció que los que nos acusan son los mismos que desde el 83 desarrollaron ilusiones tan desbordantes en las elecciones que ahora, cuando se derrumbaron, quedaron sumidos en la depresión política y hasta espiritual.
Ahora se manifiestan como interesados sólo en la lucha, y el ejemplo que dan es la marcha del 11. ”Una marcha de aparato, sin convocar a un paro, que estuvo encabezada por los flexibilizadores, una módica ‘lucha en cuotas’ que forma parte de la más pérfida maniobra electoral para llevar a los trabajadores a votar por Duhalde y la Meijide”.
En cambio, señaló, nosotros vamos a la marcha, denunciamos sus limitaciones y el intento de someter a los trabajadores a una variante política patronal, y les oponemos listas de trabajadores en todo el país.
Altamira denunció la oposición del PC a un frente nacional de la izquierda, que pérfidamente se encubre detrás de la supuesta ‘libertad de acción’ de sus diferentes regionales. Porque lo que se plantea es ofrecer a los que luchan la candidatura de quienes encabezan esas luchas, no la de quienes pretenden su derrota. Esto es evitar que la clase obrera se desmoralice.
Altamira recalcó que el método de la democracia de los trabajadores y la deliberación política se va imponiendo; y destacó como ejemplo el llamamiento de Gumersindo Parajón, de Pueblo Unido de Tucumán, a realizar una Asamblea provincial para el 17 de agosto. Señaló que junto a ese partido, el PO impulsa un movimiento común para organizar al movimiento obrero,ocupar las fábricas, enfrentar a los genocidas y renacionalizar YPF. La izquierda, en cambio, se niega a ese trabajo común.
El PO propone, concluyó, que en todos los municipios llevemos adelante la iniciativa de convocar a asambleas, llamando a la izquierda que actúa en esos distritos a que venga y contribuya a construir el frente en ese municipio, y a elegir delegados a un congreso provincial para elegir candidatos. Con ese planteamiento, nos habremos ganado el respeto y la confianza de los trabajadores que quieren la unidad de los que luchan.
Locales para organizar
En la parte final de su discurso, llamó a ”abrir locales, del movimiento obrero del lugar, de organización de los desocupados, de los que quieran ir a elecciones”.
Altamira señaló que los cortes de ruta muestran una tendencia de nuestras masas a buscar el camino de la organización. Hay que facilitarles el camino, abriendo locales en todos lados, que se conviertan en un centro de organización y en un hogar para los explotados.
Altamira cerró su discurso convocando a movilizarse activamente para poner en práctica las iniciativas votadas en la Asamblea.