ROMPAMOS LA BARRERA DE LAS DOS MIL SUSCRIPCIONES
nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/48818-
Los militantes y simpatizantes del Partido Obrero han logrado la verdadera proeza de suscribir a casi dos mil trabajadores a Prensa Obrera, en medio de la mayor pobreza que haya conocido nuestro pueblo en toda su historia moderna. Se trata no solamente de un mayúsculo fenómeno político sino también cultural, porque tiene lugar en condiciones de derrumbe de la escuela pública, de progreso agigantado del analfabetismo y de monumental embrutecimiento espiritual de la población, vehiculizado por los ‘medios de comunicación’, pero cuyas usinas inspiradoras las constituyen los grandes monopolios capitalistas, los organismos internacionales que actúan bajo la égida de las Naciones Unidas y, por supuesto, el clero.
Es incuestionable que el sostenido avance de las suscripciones está vinculado a la lucha del Partido Obrero en torno a tres cuestiones decisivas: contra el convenio Fiat-Smata, que es lo mismo que decir contra la política capitalista contra las condiciones de trabajo de toda la clase obrera; por la organización de masa de los desocupados, y por la organización de masa de la juventud.
Planteado de un modo general, ese éxito se relaciona con la inclaudicable política de reivindicaciones del Partido Obrero, lo que supone una caracterización exacta de la situación social actual y una creciente interpenetración con el activismo obrero. Sorprenderá a muchos que digamos que, en el campo popular, sólo el Partido Obrero tiene una política de reivindicaciones, lo que significa una política que se apoya en la movilización y en la organización, en tanto que los demás partidos oponen al menemismo ‘modelos alternativos’ o frases huecas del tipo de ‘contra el ajuste’, ‘basta de hambre’, ‘memoria y justicia’, y yerbas parecidas. Un partido que no puede concretar su estrategia en una política y esa política en un programa de reivindicaciones; ese partido se encuentra en una insuperable impasse.
Una victoria sin precedentes de esta política revolucionaria se acaba de registrar en el Encuentro de Trabajadores Desocupados, en Neuquén. En este congreso encontró una culminación la dura y solitaria lucha del PO en defensa de las organizaciones de desocupados neuquinas, atacadas y perseguidas sin tregua desde la represión que sufrieran con motivo de la movilización a la casa de gobierno de la provincia el 2 de octubre del año pasado, no sólo de parte de las patronales sino de todo el ‘centroizquierdaje’ y aún del ‘izquierdaje’ vestido de las ropas ‘más’ extremas. Tambien culminó, al menos en gran parte, la lucha por un programa, ya que el Encuentro aprobó la reivindicación de que los capitalistas paguen la sobrevivencia de los trabajadores que ellos han echado a la calle y a los que el sistema capitalista de ellos es incapaz de ofrecerles una salida. El Encuentro dejó de lado la palabra vacía y votó un plan de organización y de movilización. El Encuentro, finalmente, realizó el frente único entre las organizaciones de desocupados y la Central sindical mayoritaria de Neuquén, el CTA, sobre la base de un programa, es decir, de principios. El Partido Obrero consiguió más, mucho más, en la vía de la unidad de acción y organización con el CTA, que todos los que hacen de falderos, seguidistas y chupamedias de la burocracia de Degennaro. Esta aparente paradoja se explica por el hecho de que el PO lucha por un programa y que la lucha por este programa se apoya en la movilización y actividad de los explotados, en especial de los más explotados de todos. LA UNION DEL MOVIMIENTO DE LOS DESOCUPADOS Y LA ORGANIZACION SINDICAL ES UNA VICTORIA HISTORICA PARA TODO EL MOVIMIENTO OBRERO DE ARGENTINA.
Que Prensa Obrera llegue a todos los trabajadores significa, entonces, crear la posibilidad de que esta política pueda penetrar en el movimiento de las masas y ofrecer una salida. Significa hacer consciente en cada sector de trabajadores y aun en cada trabajador cuál es la situación del movimiento obrero en su conjunto. Significa una tribuna, una posibilidad de debate; significa la posibilidad de oponernos a la burguesía en el terreno intelectual y demostrar la superioridad histórica de los planteos de la clase obrera frente a los de la clase patronal.
Tenemos que explicar insistentemente esto a todos los compañeros trabajadores.
Hay que romper la barrera de las dos mil suscripciones y remontar muy arriba la causa de una prensa obrera de masas.