EL AUTO-CASTIGO DE LA IZQUIERDA URUGUAYA

EL AUTO-CASTIGO DE LA IZQUIERDA URUGUAYA

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/47219-

Los escasos 500 votos que obtuvo el Frente de Izquierda en las elecciones uruguayas se explican fácilmente por el descomunal boicot que sufrió de parte de todos los medios de comunicación sin excepción, incluidos los más pequeños e izquierdistas (y en especial por parte de estos últimos); por la imposibilidad de hacer llegar las boletas electorales a gran parte de las mesas y por su sustracción allí donde habían sido colocadas; y, como razón fundamental, al hecho de que el Partido de los Trabajadores no logró reunir en torno al FIT más que sectores disidentes muy reducidos del Frente Amplio. La gran cantidad de cuadros que ha roto con el FA y aun con la izquierda de éste, no se movilizó para las elecciones y se encuentra sin el menor horizonte político. Quedó paralizada entre la alternativa minoritaria del FIT y la decisión del Movimiento de Participación Popular (MPP) y otros sectores de izquierda del FA (Unir) de participar en las listas del Encuentro Progresista. La pretensión de estos últimos de que no era correcto en el plano de los principios ni conveniente desde el punto de vista práctico, romper con el FA, imposibilitó la formación de un frente de izquierda, y dio por resultado la derrota electoral descomunal de la izquierda que se presentó por dentro y por fuera del Encuentro Progresista.

No se pueden colocar, sin embargo, en un mismo plano, los resultados negativos que obtuvieron la izquierda del FA, por un lado, y el FIT, por el otro. En el caso de la primera asistimos al agotamiento más completo de una política vieja, repudiada, desprestigiada, fundada en componendas y que ha desmoralizado al conjunto de la izquierda uruguaya. En el caso del FIT y del PT estamos ante una política que no despega en el terreno electoral porque carece de posibilidades frente a los grandes aparatos, pero que ha hecho notorios avances en el movimiento sindical y que ha producido las únicas manifestaciones de reagrupamiento de la izquierda, por pequeñas que aquéllas sean todavía.