LA CASA BLANCA ES PEOR QUE EL INFIERNO

LA CASA BLANCA ES PEOR QUE EL INFIERNO

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/45765-

El flamante ministro de relaciones exteriores de Cuba, Roberto Robaina, encontró oportuna una reciente entrevista para librarse a una verdadera apología del presidente norteamericano, Bill Clinton (Página 12, 17/6). Dirigidas al hombre que apoyó la llamada “ley Torricelli”, que agrava la aplicación del bloqueo norteamericano a Cuba, los elogios de Robaina a Clinton debieran sorprender. “Sus antecedentes son buenos”, dice en alusión a la negativa de Clinton a alistarse personalmente hace un cuarto de siglo en la guerra de Vietnam. El “entorno” de Clinton también “es Importante”, en especial su esposa, que “tiene preocupaciones por la salud y los problemas sociales”. El presidente norteamericano, en definitiva, “es una persona sensible”, que “resolvió inteligentemente el conflicto de Los Angeles”.

Estas declaraciones tuvieron lugar en la misma semana en que la ONU, pero los Estados Unidos en especial, se lanzaron a una verdadera masacre contra el pueblo de Somalia. Este país africano, convertido en protectorado del imperialismo mundial, ha sido barrido políticamente del planeta y su población condenada, ahora realmente, a una hambruna imparable. Como un síntoma de su “sensibilidad”, la política de Clinton en Somalia es por lo menos curiosa. Para Robaina encargado de la defensa diplomática de Cuba, lo ocurrido en Somalia no significaría una profundización del cerco internacional contra la revolución cubana lo cual tiene por principal interesado y responsable al gobierno norteamericano.

Pero no se trata sólo de Somalia se trata también de la ex Yugoslavia, donde el imperialismo mundial está ejerciendo un implacable bloqueo destinado a imponer sus propias “soluciones” a costa de millares y millares de personas. ¡Se trata también de la ex URSS, de Europa del Este y de China, donde el gobierno de Clinton actúa como la fuerza fundamental de presión a favor de la restauración del capitalismo y de la liquidación de las conquistas sociales, que en Cuba Robaina afirma querer defender! El canciller de Cuba nos podría responder que la defensa de Cuba y de sus conquistas se encuentra garantizada por la determinación de su pueblo y de su gobierno, pero entonces  para qué efectuar declaraciones internacionales en uno u otro sentido. Lo único cierto y real es que el reforzamiento político del imperialismo significa el reforzamiento político del cerco a Cuba, el cual es mucho más importante que cualquier bloqueo económico. Robaina tiene todo el derecho, y más que eso el deber, de apelar a toda clase de maniobras y astucias para aliviar la presión económica del bloqueo contra Cuba; otra cosa es que sacrifique los intereses del conjunto del movimiento obrero mundial y del movimiento antiimperialista, elogiando al masacrador Bill Clinton. Por esta vía, Robaina quizás logre levantar el bloqueo, pero lo será a costa de la Revolución. El señor Clinton se apresta, ahora en las puertas de Cuba, a implantar una policía haitiana de 15.000 hombres, formada por el FBI y la CIA, para otorgar las “garantías” suplementarias que los capitalistas norteamericanos y la oligarquía haitiana reclaman para aceptar el regreso al gobierno del destituido Arístide. Estas cosas deberían ser objeto de denuncia, y no de ocultamiento, para despertar la conciencia latinoamericana y movilizar a los explotados contra el imperialismo yanqui. Contra la opinión de Robaina, la Casa Blanca es ciertamente “el Infierno”, al menos sobre la tierra.

Las referencias elogiosas de Robaina para la mujer de Clinton, tienen su propia miga. La señora Clinton encabeza una tentativa (sólo tentativa) de control de los precios de los productos farmacéuticos, que ha desatado una verdadera conspiración en su contra. Pero algo parecido ya ha sido hecho en Francia y Alemania (ver Financial Times, 21/6), en respuesta a la necesidad del propio capitalismo de regular los superbeneficios de una rama particular de la industria en un período de crisis generalizada y de agudo descenso de la tasa general de beneficio. Robaina debería saber, sin embargo, que la señora Hillary no solamente pretende, como contrapartida, restringir los beneficios sociales en Estados Unidos, y en especial los de la salud, aumentando por lo tanto su carga para el pueblo, como que los Estados Unidos han lanzado una ofensiva contra toda América Latina para que se aprueben leyes de patentamiento farmacéutico que garanticen el monopolio de los laboratorios norteamericanos por periodos de 25 años, lo cual indudablemente les permitiría fijar a su gusto los precios, que la citada señora dice querer controlar en Estados Unidos (pero que aún no ha logrado). ¿Será posible que, a diferencia de José Martí, Robaina desconozca “al monstruo” porque no ha vivido “en sus entrañas”?

A la luz de lo señalado hasta aquí, ¿qué significado tiene la afirmación de Robaina de que “Treinta y cuatro años después (de la Revolución) hay que reconsiderar algunas de esas respuestas (dadas por la Revolución)¨?

La respuesta fundamental que dio la Revolución Cubana a los problemas de Cuba en 1959 fue la expropiación del capitalismo: ¿Robaina está planteando “reconsiderar” esta “respuesta”? En este caso envereda por el camino de las burocracias china y rusa. Esto es precisamente lo que está planteando en la alianza estratégica con el capital internacional que impulsa el Estado cubano, así como en sus “reformas políticas” semi-parlmentarias, dentro de un marco de ausencia de derechos políticos fundamentales. Es lo que demuestra la experiencia china que es la que más lejos ha ido en esa alianza estratégica. Aunque los dirigentes y la prensa cubana sólo se refieran un “hundimiento del socialismo “en Europa, “éste” se ha “hundido’ todavía más en China, el país que Cuba está tomando como modelo.