CONVOCATORIA AL MAS

CONVOCATORIA AL MAS

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/45521-

El miércoles 7 pasado la dirección del Movimiento al Socialismo comunicó a la opinión pública su decisión de realizar un acto exclusivo y excluyente para celebrar el 1º de Mayo. Unos días más tarde, el Partido Obrero y el Movimiento Socialista de los Trabajadores llegaban al acuerdo de realizar un acto en común, al cual invitaban a otras organizaciones de luchadores y de izquierda, pero con un llamado especial al Mas para que levantara su acto y se uniera a una convocatoria que sería entonces de los tres partidos. La respuesta a esta invitación llegó por medio de la firma de Marcela Acosta que, en nombre de su partido, planteó que “la convocatoria” del Mst-PO “no sirve”. La conclusión del Mas, obviamente, no podía ser otra, pues a partir de su propia autoconvocatoria ya no había lugar para que nadie pudiera convocar a algo que “sirviera”. (Durante todo el mes de marzo la dirección del PO había mantenido reuniones con la del Mas para proponerle hacer un frente único contra las proscripciones, por el 1º de mayo y para las elecciones de octubre). Pero es precisamente, característica del pensamiento escolástico y de la política sectaria dar vueltas en torno a sus propias premisas, o dicho en criollo, cocinarse en su propia salsa. Desde el acto del 1º de Mayo de 1991, cuando Zamora, en nombre de todo el Mas, planteó la consigna de “hacer grande al Mas”, el Mas no solamente se reduce de día en día en tamaño sino que su propia política se ha reducido a mirarse el ombligo. Es lo que ha vuelto a ocurrir en esta oportunidad, con este paso adicional en un proceso de auto-liquidación.

Consigna clara

A partir de su convocatoria anticipada y excluyente, la crítica que el Mas formula a la convocatoria del Mst y del PO no puede dejar de ser un pretexto. No importa qué cosa hubiéramos dicho  o hecho los convocantes, nuestro planteo tampoco habría “servido”. Los dirigentes del Mas entienden la política revolucionaria como el “arte” de cortarse solos, aunque esto no los conduzca a ninguna parte. Sin embargo, los pretextos tampoco son inocentes, y en este caso sirven muy bien para que caractericemos la política del Mas, o mejor, su completa falta de política.

La crítica del Mas se reduce a denunciar que el planteo de “que la CGT y el CTA convoquen a un paro de 36 horas y organicen un acto obrero el 1º de mayo”, significa “maquillar de opositores” a las burocracias sindicales. Semejante crítica es por lo menos sorprendente, esto porque si la CGT y el CTA hacen el paro y el acto serían realmente, y no falsamente, opositores (sin dejar por eso de ser burócratas) y porque si no los hacen se habrían desenmascarado como cómplices de la ofensiva anti-obrera en curso del menemismo (sin dejar por eso, todavía, de ser direcciones sindicales-traidoras), es decir que siempre quedarían expuestos por sus actos, sin maquillaje de niguna clase. La negativa de las burocracias de la  CGT y del CTA a luchar realmente contra los tres grandes ataques del momento: jubilación privada, decreto 470 y liquidación de obras sociales, los desenmascararía a los ojos del movimiento obrero como sus enemigos.Semejantedesen-mascaramiento no estaría de más en momentos en que “un metalúrgico”, que ya contó en el pasado con el apoyo del Mas, tomó la secretaría general de la CGT, y cuando supuestos “izquierdistas” y “combativos” se encuentran a la cabeza del CTA. En cualquiera de sus variantes, el planteo es altamente útil, pues marca una vía de movilización ante un ataque estratégico contra el movimiento obrero y sirve, alternativamente, para desenmascarar los extremos anti-obreros de la política de la burocracia, incluso la más “izquierdista”. Y, por sobre todas las casos, el gran mérito del planteo es que no huye de la responsabilidad de ofrecer una política frente a las cuestiones verdaderamente decisivas del momento presente.

Inconsecuentes, incluso en lógica

Si no hemos entendido mal (dado lo confuso de su redacción), para el Mas sería correcto exigir “la huelga general… en las movilizaciones”,  pero no como  “único punto en este 1º de Mayo”. Conviene recordar entonces que el PO viene reclamando el paro de 36 horas desde el verano, y que en oportunidad de la última gran movilización por las jubilaciones dirigió este planteo a la CGT y al CTA. No es entonces para armar una consigna artificial para el 1º de Mayo que levantamos el planteo del paro de 36 horas, sino que, al revés, el llamamiento a que organicen el 1º de Mayo es la consecuencia natural del reclamo del paro activo, solamente tiene un contenido progresivo con relación al paro activo y es indisociable de un planteo de paro activo. Llamar a la CGT y al CTA a que lancen un paro de 36 horas y convocar simultáneamente a una jornada solitaria en Plaza Once, constituye no solo una falta de consecuencia política sino de consecuencia lógica. (Si la CGT hace un acto sin planteos concretos en Atlanta, este será un cónclave de burócratas, no una movilización obrera)

La alternativa que ofrece el Mas es no dirigir la consigna del paro a nadie, ni a la CGT ni al CTA; pero entonces no sería una consigna. Significaría, por otra parte, adoptar una actitud liquidacionista frente a las organizaciones obreras existentes, algo históricamente muy frecuente entre los elementos impresionistas, cuando asisten a un gran reflujo en los sindicatos. ¿Pero entonces qué valor tienen las crisis del capitalismo y las convulsiones mundiales; qué valor tienen el agotamiento de los regímenes democratizantes y la agudización de las contradicciones entre las clases; qué valor tiene todo esto, si de nada nos serviría para recuperar a las organizacines obreras del control corrupto y patronal de la burocracia sindical? No podemos determinar aún, en forma responsable, si el Mas tiene una posición liquidacionista frente a las organizaciones obreras existentes, pero debemos recordar que prácticamente llamó a no acatar los paros generales realizados en los “diez años de democracia”, y en particular el del 9 de noviembre último. Podría ocurrir que el Mas estuviera en contra de los sindicatos, algunas veces“porque no luchan”, y otras porque sí lo hacen.

La dirección del Mas nos objeta también que “La CGT y el CTA no llaman a un acto. Ahora, ni siquiera llaman a las limitadas movi-lizaciones que se hicieron semanas atrás contra la jubilación privada”. Muy bien, pero no vamos a esperar a que se movilicen para que los llamemos a hacerlo, toda la ciencia  de la política es ver antes que los otros y, en este caso, descubrir la necesidad de la movilización que se impone como una consecuencia de los grandes ataques anti-obreros en curso y de las luchas que por doquier se libran en el país. La política obrera debe tener una cierta estabilidad para que pueda ser escuchada, entendida y asimilada; no puede oscilar mecánicamente con los vaivenes propios de las situaciones convulsivas y de los virajes de burócratas y  oportunistas.

CTA

La mención que hace la compañera articulista, de que el Mas habría exigido al CTA la huelga general en las movilizaciones contra la jubilación privada, merece algunas reflexiones importantes, empezando por el señalamiento de que el Mas no cree que en este caso hubiera ayudado al “maquillaje opositor” de la burocracia del CTA y, de paso, del Frente del Sur. No hay que olvidar que el CTA ha sido, en la cuestión de la jubilación privada, principalmente un freno, no un motor; su política fue el plebiscito anti-movilizador y el apoyo al proyecto alternativo de Baglini-Moure-Chacho Alvarez. Si en algún caso vale lo del “maquillaje opositor” es en éste, ya que el CTA (que tiene previsto formar un Fondo de Pensión) bien podría retrucar que, por si solo, no puede llamar a una huelga general. Recordemos, por otra parte (la memoria es un factor político), que la mayor parte del CTA carnereó también el paro del 9 de noviembre pasado.

Uno de los méritos verdaderamente importantes de la consigna del PO-Mst tiene que ver precisamente con su capacidad para desenmascarar el papel del CTA, que no ha roto con la CGT para contribuir a sacar a los sindicatos de la parálisis sino para contribuir a esa parálisis y para reforzarla, con el miserable argumetno de que “solos” no podrían luchar. Nuestra consigna coloca la unidad de las organizaciones obreras en el plano de la acción; es todo un factor de esclarecimiento para los activistas combativos que se encuentran en los sindicatos del CTA. Estos activistas se enfrentan con la irrefutable realidad de que el CTA no sirve ni para organizar un acto obrero, de lucha —algo que, por ejemplo, si nos unimos para el 1º de Mayo, el Mas, el Mst, la Lsr y el PO, sí sabremos hacer.

Pero hay otro mérito más en la consigna, que es aprovechar el lado progresivo de la ruptura del CTA con la CGT. No queremos volver a la CGT “´única”, “monolítica” — como seguramente lo están negociando Mary Sánchez y Lorenzo Miguel. No. La quiebra del monolitismo de la repodridísima burocracia es positivo. Queremos desarrollar las posibilidades que ofrece esta crisis oponiendo a una “reunificación orgánica” el planteo de la unidad en la acción. En lugar de sacarle los piojos al PO con arbitrariedades polémicas que sirven para revelar las descomunales limitaciones del propio Mas, que el Mas se una con nosotros para explotar las posibilidades de esta consigna entre los mejores activistas del CTA, y también de la CGT (por ejemplo en los gremios del transporte, cuya burocracia apenas está consiguiendo contener la huelga general).

Una política que delimita

Compañeros del Mas: ¿se dieron cuenta, acaso,  de que hay una organización que coincide en esta posición de ustedes de oposición al paro de 36 horas y al llamado de unidad de acción al CTA y a la CGT, y que esa organización es el partido comunista? Para delimitar los campos con este prolongado aliado del Mas no tuvimos necesidad de iniciar una discusión acerca de si en Cuba nieva en invierno. La dirección stalinista del PC vió claramente que la consigna era un ataque a su aliada, la burocracia del CTA, y por lo tanto a su política. Vió claramente que apuntaba a la unidad de acción de las masas, golpeando los proyectos electoreros. A los ojos de las numerosas personas que no puedan seguir todos los vericuetos de las importantes discusiones en la izquierda, nuestra consigna desenmascara la política contrarrevolucionaria del PC, la política de ustedes no lo hace. Ironías aparte, es un dato político el hecho de que el Mas coincide en esta oposición a nuestra consigna con el PC, si se tiene en cuenta que en los últimos 20 meses ha pretendido transformarse en “come-stalinistas” . No todo es del color con que se lo pinta. La política de colaboración de clases del PC; su integración al frente populismo “sureño”; su condición de agente de los acuerdos derechistas, incluso dentro del Frente del Sur; todo esto lo excluye natural y objetivamente de un acto obrero independiente como el que convocamos con el Mst. El Pc ha hecho un llamado a “ganar las calles” para desbaratar nuestra convocatoria, e incluso mandó al frente a los dirigentes “matildistas” de la Coordinadora de Jubilados —tanta importancia le dio a la necesidad de atacar nuestro planteo. Ha fracasado. Pero el Mas en lugar de estar con nosotros, pretende deshojar la margarita en Plaza Once.

Hay algo más, sin embargo. Según nos han expresado varios dirigentes del Mas, su opinión es que la política del Mst es ingresar de algún modo “honorable” al Frente del Sur. Desde nuestra prensa del PO hemos criticado también esa posibilidad. El Mst integra la comisión de consulta sobre el plebiscito, haciéndose corresponsable de toda la política de complicidad de sus integrantes con los proyectos  privatistas de los “opositores”. Pero el acto al que llamamos el 1º  de Mayo no es, ni por su política, ni por su composición, ni por sus perspectivas, un acto frente populista. Enfrenta, como ya dijimos, la hostilidad del padre de la colaboración de clases, el stalinismo. Si, como explicó Marx, el criterio de verdad de cualquier planteo solo puede verificarse en la práctica, la práctica nos está diciendo que solo nuestro acto es un acto que va contra Frente del Sur y su política, que solo nuestras consignas y nuestra política están en contradicción irreconciliable con la política de adaptación al Frente del Sur y que nuestro acto es un acto de lucha práctica y de delimitación política. El de ustedes en cambio, navega en el vacío y la confusión.

El contenido del internacionalismo

Ultima crítica del Mas: el planteo del PO y del Mst no tiene carácter internacional o internacionalista. Craso error del Mas.

La declaracicón del Mst-PO delimita los campos de clase, sirve para separar a la clase obrera de la burguesía y de la pequeña burguesía, e incluso delimita los campos en la propia izquierda. Desarrolla por lo tanto, la condición sustancial del internacionalismo: la independencia de clase del proletariado frente a clases y partidos capitalistas que, por sus políticas, condición social, lazos y vínculos, son internacionales. El programa debe partir de la economía y de la política mundiales; la acción política debe traducir las tendencias mundiales al lenguaje concreto de la lucha en el cuadro nacional. La experiencia de nuestra clase obrera no va a comenzar a desarrollarse por lo que digamos de Bosnia, sino por las consignas que la ayuden a movilizarse como clase contra el régimen menemiano. Justificar la plaza Once por las mujeres de Bosnia es una cretinada sin límites. Tenemos que unir a los obreros y a sus organizaciones en la Plaza de Mayo para que exista la remota chance de que las mujeres de Bosnia, y más todavía sus verdugos imperialistas y burocráticos, se enteren de nuestra solidaridad con ellas.

No nos interesan los formulismos internacionalistas que solo sirven, como ocurriera con el Pts, para proclamar a Hussein dirigente de la revolución proletaria, o como el Mas mismo, que se dirigió a las masas para que siguiéramos los ejemplos de Alan García, Sarney, Siles Suazo, que como buenos representantes capitalistas llevaron a sus países y a las masas al abismo. Ya se han hecho muchas macanas en nombre del internacionalismo.

Los llamamos a levantar vuestro acto y hacer un acto conjunto en Plaza de Mayo. Sin condiciones. Si realmente quieren discutir nuestra política… abramos la discusión! Editemos un boletín interno de discusión. Nada de polémicas ocasionales, que son ficciones de delimitación política de posiciones. Discutamos un manifiesto internacional para el 1º de Mayo. En los puntos que no haya acuerdo proseguirá la discusión. Los oradores fijarán la política de sus partidos. Vuestra convocatoria actual es peor que sectaria y liquidacionista. Simplemente carece de seriedad. Si no podemos unir aún a todo el proletariado, el deber nuestro, el 1º de Mayo, es unir a su vanguardia en un marco de democracia obrera.